La princesa repite Varela en su visita a la meca de la moda americana

“Ese vestido me suena”, habrán pensado muchos al ver las imágenes de doña Letizia en Nueva York. Pese a tratarse de una de las capitales de la moda, donde cualquier error de vestuario es duramente criticado y donde nadie sale de casa sin haber revisado hasta el último detalle su estilismo, la Princesa de Asturias ha preferido repetir por enésima vez su vestido rosa palo de Felipe Varela, antes de apostar por un look nuevo y rompedor.

 

Todos esperaban que en su primer día en los Estados Unidos la Princesa optara por algo nuevo, diferente, que convenciera a los gurús de la moda neoyorquinos del buen gusto de la esposa del heredero Borbón. Qué mayor publicidad para la marca España que una trendy princesa por las calles de la Gran Manzana rodeada de fotógrafos. Hubiera sido la ocasión perfecta para captar la atención de los medios locales y ganar adeptos del made in Spain y del Letizia´style del otro lado del charco.

 

Sin embargo, para su viaje a la ciudad americana, la nuera del Rey ha ido a lo seguro, eligiendo un diseño de Felipe Varela de color rosa palo que ya conocíamos. La primera vez que lo llevó fue para recibir a Rania de Jordania en Madrid, en abril del año pasado; y lo repitió unos meses después, en septiembre, en la entrega de los premios ‘V de Vida’ en Zaragoza.

 

Tras los meses de invierno, la Princesa pudo volver a sacarlo hace unas semanas, durante la celebración del 150º aniversario de la Ley del Notariado en Madrid, el pasado mes de mayo. A pesar de que en cada una de estas apariciones la esposa de don Felipe ha procurado variar los complementos para cambiar algo el 'outfit', todos ellos han sido extremadamente parecidos. Este vestido de Felipe Varela ha recibido siempre muy buenas críticas, por su diseño y por su color rosa palo, quizás el que mejor siente a la princesa. Aún así, doña Letizia tendría que haber elegido otra prenda más atrevida y actual, del mismo modisto o de otro español. 

 

Puede que ningún americano haya reparado en este detalle, pero la imagen que da una princesa al llevar en menos de un mes dos veces la misma prenda, no resulta nada glamourosa. Es cierto que estamos en tiempos de crisis y que esta forma de vestir demuestra austeridad en el armario de la Princesa, pero para una visita a Nueva York, la imagen importa, y mucho.