El delicado caminar de la princesa Letizia

Si una cosa hay que reconocerle a Letizia es lo bien que camina. Espalda recta, cabeza erguida y pies impecablemente colocados. Con el paso de los años, doña Letizia ha aprendido a deslizase por los pasillos de Zarzuela con una elegancia propia de una auténtica princesa, una cualidad que le aporta a su presencia aún más elegancia. 

 

La esposa de don Felipes recibió este jueves a una representación de la Asociación Española de Comprensión Lectora (AECL), entidad sin ánimo de lucro que busca el entrenamiento de la comprensión en las lecturas para evitar el fracaso escolar.

 

Durante el encuentro, celebrado en el Palacio de la Zarzuela, doña Letizia mantuvo una reunión on los principales cargos de esta organización, encabezada por su presidenta, Elena Jiménez, y con quienes pudo hablar del esfuerzo que dedican en mejorar los niveles de comprensión de textos y libros en niños y adolescentes en edad escolar.

 

Tras esta recepción, la princesa recibió a una representación del Club Atletismo Toledo. Durante este segundo acto, doña Letizia pudo compartir unos minutos con algunos de los jóvenes que pertenecen a esta asociación deportiva, momento que aprovechó para demostrar lo bien que ha aprendido a colocar tanto las piernas como los pies a la hora de caminar. Y es que, mostrar una figura elegante es fundamental para causar buena impresión. Un pie por delante del otro, la mirada al frente y las manos pegadas al cuerpo. Posturas que le permiten conseguir un paso firme y seguro. 

 

Para este encuentro, la princesa escogió un vestido de seda sin mangas de la firma Hugo Boss, con estampado en tonos grises y mostazas que ya llevó hace unas semanas durante su visita al Fórum IMPULSA, en Gerona, un acto en el que combinó el modelo con una blazer oscura.