De narices

Según Pilar Eyre en LOC,  Belén Esteban quiso que le operara la nariz Antonio de la Fuente, el cirujano de doña Letizia, pero este “se negó rotundamente”. A Belén Esteban le pasa con los cirujanos plásticos lo mismo que con los trajes de novia. Recordemos que en Pronovias rechazaron confeccionarle un vestido de la firma diseñado por Elie Saab (luego mandaron un comunicado de explicación y disculpas). Lo más gracioso de todo es que el traje finalmente elegido en El Corte Inglés pareció la inspiración del de Kate Middleton. Sí, mucha Sarah Burton para McQueen y mucho aroma del de Grace Kelly, pero esos encajes recordaban más al de Belén Esteban.

En fin, con tanto rechazo, tampoco es de extrañar (otros problemas más graves aparte) que la pobre Belén Esteban necesite terapia. Eso sí, hay que reconocerle el gran criterio a la hora de elegir médico, cosa que no hacen personas más principales. Aunque De la Fuente le dijera que no (menudo marronazo), por lo menos la de San Blas parece haber estado bien asesorada también la segunda vez que se toca la nariz. La primera fue como construir las pirámides. En el artículo de Pilar Eyre, el doctor Vila-Rovira, valiente pionero que la operó, asegura que él hizo una reconstrucción muy complicada y que lo de ahora (del doctor Ángel Martín) ha sido corregir una nariz chafada.

Por supuesto, el caso de doña Letizia era diferente. Para lo suyo no se necesitaba ingeniería nasal pero lo cierto es que la nariz de la Princesa es una obra maestra de Antonio de la Fuente. Septorrinoplastia con el fin de mejorar sus problemas respiratorios ocasionados por una desviación del tabique nasal, como informó la Casa del Rey, o capricho estético, el caso es que el resultado es perfecto. Barbra Streisand decía que alguna vez consideró arreglarse la nariz pero que nunca confió bastante en alguien. La Princesa, visto lo visto, confió en el adecuado.