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Media docena de resentidos
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Media docena de resentidos

El domingo, el Magazine de El Mundo publicaba un especial sobre los 75 años del Rey. Con una portada que dibujaba a un don Juan Carlos

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Media docena de resentidos

El domingo, el Magazine de El Mundo publicaba un especial sobre los 75 años del Rey. Con una portada que dibujaba a un don Juan Carlos sentado en una mecedora como si fuera un decrépito anciano que haría mucha gracia a su protagonista. En el interior, entre otras muchas cosas, Luis María Anson elogiaba a la Princesa y cargaba contra los que la critican. Serían estos parte de la alta burguesía y de la aristocracia. Y, además, “media docena de periodistas resentidos y poliédricos”. Al lado escribía Jaime Peñafiel, el más ruidoso y jacarandoso, pero no se sabe quiénes son los otros cinco.

La tesis de Anson es que como el Rey suprimió la corte, muchas familias de las que se consideran ilustres se la tenían guardada “y aprovecharon los flancos descubiertos de la boda del Príncipe para salir del redil y verter su veneno y su resentimiento”. Añade que “a la Princesa de Asturias se la sigue juzgando con ferocidad en muchos cócteles y cenas burguesas”. Pero recuerda el miembro de la Real Academia Española que “la Monarquía Parlamentaria no se apoya en la aristocracia, la banca, la alta burguesía o el Ejército”. Asegura que su soporte es el pueblo.

Tiene razón. Lo que no queda muy claro es a cuántas cenas con el pueblo ha ido Anson para saber su opinión.

El domingo, el Magazine de El Mundo publicaba un especial sobre los 75 años del Rey. Con una portada que dibujaba a un don Juan Carlos sentado en una mecedora como si fuera un decrépito anciano que haría mucha gracia a su protagonista. En el interior, entre otras muchas cosas, Luis María Anson elogiaba a la Princesa y cargaba contra los que la critican. Serían estos parte de la alta burguesía y de la aristocracia. Y, además, “media docena de periodistas resentidos y poliédricos”. Al lado escribía Jaime Peñafiel, el más ruidoso y jacarandoso, pero no se sabe quiénes son los otros cinco.