Otras bodas

Con la trasnochada carta de Luis Alfonso de Borbón, nos acordamos de que la princesa Letizia sí apoyó el matrimonio homosexual. En todo caso, no se le ocurre pedir que unos ciudadanos tengan menos derechos que otros. Es verdad que la Casa Real lo negó, pero es que los Príncipes no tienen opiniones. O no tienen que mostrarlas en público. En el viaje a Chile de noviembre de 2011 (el de los higos chumbos), el diario La Tercera recogió unas palabras de doña Letizia sobre el matrimonio gay. La primera dama, Cecilia Morel, le presentó al escritor Pablo Simonetti, presidente de la Fundación Iguales, que promueve los derechos de los homosexuales. Hablando del matrimonio gay, el escritor le contó que no estaba permitido en Chile. La Princesa, siempre según La Tercera, señaló que en España era para todos y que se trataba de algo arraigado. El diario remarcó que Letizia no dio opiniones personales pero Simonetti dijo, contando la conversación, que ella estaba muy contenta en una España que respeta los derechos de las personas y que considera a todos sus ciudadanos como iguales.

Inmediatamente, la Asociación Española de Abogados Cristianos envió un escrito a la Casa del Rey solicitando una aclaración. Dos meses después, Zarzuela contestó que “la princesa Letizia se limitó a exponer la legislación vigente en esta materia en España, sin emitir opiniones o juicios al respecto”. La tradición de no revelar conversaciones privadas  de la Familia Real pilló a Zarzuela con el pie cambiado. Pero lo que es, es, como decía Rosario Pardo en Crónicas Marcianas.

En fin, Letizia 1, Luis Alfonso 0