Es noticia
Menú
El broche club
  1. Casas Reales
  2. Reina Letizia
Vanitatis

Reina Letizia

Por

El broche club

Uno de los detalles más significativos en el estilo de la princesa Letizia es su poca afición a las joyas. Por eso cualquier cosa que se

Foto: El broche club
El broche club

Uno de los detalles más significativos en el estilo de la princesa Letizia es su poca afición a las joyas. Por eso cualquier cosa que se ponga, destaca. Sobre todo si lo hace a diario. Ayer en la inauguración de Arco, donde siempre estrena, llevaba un abrigo y minivestido gris de Varela (con un troquelado por la parte de abajo donde se transparentaba algo blanco). Pero lo que llamaba la atención era el broche, del mismo diseñador. Por lo poco habitual. Rebuscando fotos antiguas, llevó uno hace años cuando todavía tenía la otra nariz. Uno amarillo como de pétalos gigantes.

Las que sí son muy aficionadas a colocarse artefactos en la solapa son Ana Botella y Esperanza Aguirre. Casi duda uno si no serán armas secretas, cámaras que filman o algo así, como los gadgets que Marshall Flinkman le hacía a Sydney Bristow en Alias para sus misiones secretas. En el blog ‘Política y Moda’, Patrycia Centeno suele glosar los floripondios con sobrados testimonios gráficos. Incluso Carmen Chacón se puso uno cuando renunció a las Primarias socialistas, pero el brocherío es más de damas del PP. De Cospedal, que se plantó un enorme bicharraco. Pero, sobre todo de Aguirre y Botella. Esta se ha pegado flores dobles y flores sencillas, puñales, uno que parecía un racimo de uvas… Y Aguirre, más de lo mismo. Que si una libélula enorme, un girasol,  una estrella de mar, un sol con rayacos. De hecho, para honrar a su par, la expresidenta se presentó con su abrigo rojo y un brochaco en la toma de posesión de Botella.

No sabemos si por un día, pero doña Letizia se ha unido al club. Mucho hablar con Juana de Aizpuru pero luego se parece más a las guardianas de la tradición. Pero, claro, es que salvo por la minifalda y el troquelado con transparencias, el conjunto era tan monjil que más le valía ponerse algo que brillara. De todas maneras, y desviando la atención de la Princesa, también tenemos que decir que con ese traje de rayas don Felipe parecía que fuera vestido de Luis Eduardo Cortés, el presidente de Ifema. Será por el “allá donde fueres…”.

Uno de los detalles más significativos en el estilo de la princesa Letizia es su poca afición a las joyas. Por eso cualquier cosa que se ponga, destaca. Sobre todo si lo hace a diario. Ayer en la inauguración de Arco, donde siempre estrena, llevaba un abrigo y minivestido gris de Varela (con un troquelado por la parte de abajo donde se transparentaba algo blanco). Pero lo que llamaba la atención era el broche, del mismo diseñador. Por lo poco habitual. Rebuscando fotos antiguas, llevó uno hace años cuando todavía tenía la otra nariz. Uno amarillo como de pétalos gigantes.