Entre copas, entre cines

Los Príncipes de Asturias se llevan divinamente. Lo de su crisis matrimonial son rumores malintencionados. Al menos eso dijo ayer Beatriz Cortázar en la tertulia de Es la mañana de Federico en Es Radio. Contó que don Felipe y doña Letizia van habitualmente a un local llamado En copa de balón en Aravaca. O sea, que ella no sólo sale sola. O no sale sólo con sus amigas. Según Cortázar, la semana pasada el matrimonio principesco estaba en el citado restaurante (lounge para los cursis) con un grupo de amigos, como suele hacer habitualmente. Y estaban allí, en ese lugar cercano a la Zarzuela, como una pareja de la que no se deduce problema alguno. Una pareja feliz de marcha. En copa de balón es un sitio pijo pero de precio medio. Informal pero con buena pinta. Un establecimiento de moda para comer, cenar o tomar una copa. Con zona chill out (más cursilerías) y con terraza que funciona en invierno y verano. Se puede comer shushi pero también jamón, tortilla de patatas, hamburguesas o la clásica ensalada César. Y tiene una magnífica bodega. El precio, unos 25 euros por persona.

En fin, pues un sitio al que van juntos. Pero los Príncipes, como muchos madrileños (y peor lo tienen los de otras ciudades), están a punto de ver cómo desaparecen sus cines favoritos. Y al cine, siempre en versión original, también suelen ir juntos. Enrique González Macho, presidente de la Academia del Cine y distribuidor, va a cerrar muchas de sus salas gracias a la crisis, el descenso de espectadores y la subida del IVA. Del cierre de salas de Alta Films quizá solo se salven, pero no está claro, los cines Princesa, Renoir Plaza de España (ambos muy frecuentados por los Príncipes) y Renoir Retiro. La duquesa de Alba también debería estar inquieta. No solo por asidua, como la Princesa. Para Cayetana son sus cines de barrio. Le pillan enfrente de casa. De Liria. Además, ¿no se reencontró con Alfonso Díez en uno de esos cines? Debería encadenarse como Tita Cervera en su día por los árboles del Paseo del Prado (aunque las cadenas fueran de atrezzo y se las diera una reportera).