Un trapo de cocina

Carlos García-Calvo suele ser defensor de la Princesa. No sabemos si es por eso que ella misma le dijo una vez que, si la quería un poco, cuando algo de lo que llevara o hiciera no le gustara se lo callara. Pero cuando tiene que decir que los característicos zapatos de plataforma son atroces, lo dice. En su blog ha hecho notar que Michelle Obama y doña Letizia van a vestir de Jason Wu la temporada próxima. El asunto está un poco cogido por los pelos. El silogismo para atribuir a la princesa de Asturias el diseñador favorito de Michelle Obama  es el siguiente: Jason Wu ha sido fichado por Hugo Boss, la Princesa viste a veces de Hugo Boss, luego la Princesa puede acabar vestida de Jason Wu. Recuerda García-Calvo la falda y cazadora de piel de imitación de cocodrilo de la marca alemana que hemos visto varias veces a doña Letizia (pero se podrían nombrar más prendas de la firma). A propósito de lo que se dijo del precio del conjunto, el periodista se refiere a “ese tipo de cronistas agrios que preferirían ver a la mujer del heredero vestida de harapos”. El caso es que él sostiene que el modelo “le hace un derrière monísimo”.

Quizá tiene parte de razón en que “aunque se vistiese de harapos como la Cenicienta, la prensa canalla seguiría poniéndola verde”. Pero quitamos lo de la prensa canalla. Por lo que nos pueda tocar y porque la habrá, pero no todos los que dan su opinión son canallas, vaya. Y sugiere que Caprile le haga una falda de jirones de gasas y tules como la que hizo para Mafalda Muñoz, la hermana de Colate y Samantha Vallejo-Nájera. Sí, hombre, eso no se lo pone todo el mundo y aguanta el tirón (o el jirón). La Princesa sabe perfectamente, aunque resulte injusto, que no se puede poner cualquier cosa. Una vez, una dama llevaba un precioso vestido de cuadros de vichy y doña Letizia le reconoció: “Yo me pongo eso y dicen que llevo un trapo de cocina”. Qué duro es ser princesa.