Zelig

Ahora Kate Middleton. Para morirse. ¿Que la Princesa se viste como la duquesa de Cambridge? Sí, de Alexander MacQueen. Hombre, también es cierto que semejante cosa se le ha ocurrido al Express, no al Guardian o al Telegraph. Porque la tontería es suprema. De todas maneras, partimos de que lo extraño es encontrar hoy a una mujer que no vaya vestida como otra. Esa es la esencia de la moda, de las tendencias, de una industria que vive de uniformar a hombres y mujeres. Pero eso ha pasado siempre. Universalmente. Ya decía Elsa Schiaparelli que las mujeres se visten igual en todo el mundo y que lo hacen para molestarse. Luego vemos a Laura Ponte vestida de ‘clochard’ y la ponemos verde. Precisamente porque no va como las otras.

Hartos estamos de los parecidos de Letizia y Rania de Jordania. Solo faltó aquel día en que nuestra princesa se puso una camisa y una falda larga, como Rania el día de la boda de doña Letizia con el príncipe de Asturias. Pero buscando fotos se encuentran muchas más coincidencias. También se encontrarían entre Ana Rosa Quintana y Nuria González, por poner un ejemplo.

A Angélica Rivera, la primera dama de México (la Gaviota de las telenovelas), también le colgaron el sambenito de que imitaba a la princesa Letizia. Y todo por una vez en que se puso un vestido de encaje. Doña Letizia, claro, también había lucido otro vestido de encaje. Por no hablar del día de la escalera de la Zarzuela con Carla Bruni. Los vestidos no eran ni parecidos pero se ceñían tan bien a los cuerpos de ambas y las dos mujeres subían tan parejas que daban la misma impresión.

A lo mejor es que la Princesa es un poco como el Zelig de Woody Allen, que se mimetiza con las personas que se le acercan. Más allá del parecido de casi todas las mujeres, quizá el ‘mimetizante’ (el Zelig) sea Felipe Varela. Las culpas, al modisto preferido.