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Otro adiós

Con este señor nunca se sabe, pero David Rocaslolano ha desaparecido de la red social de la que hacía uso. Y mucho, mucho uso. El tuit

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Con este señor nunca se sabe, pero David Rocaslolano ha desaparecido de la red social de la que hacía uso. Y mucho, mucho uso. El tuit que escribió del 30 de junio: “Me voy despidiendo de todos ustedes. Mañana desactivo la cuenta de Twitter. Espero que a todos les vaya muy bien, que tengan mucha salud y trabajo”. Pues muchas gracias, hombre. Lo mismo para ti. A continuación de su anuncio, alguien, como en la canción de Jeanette, le pregunta por qué se va: “Porque para mí esto ya se ha acabado”. La verdad es que lo suyo era un trabajo. Era un contestar sin parar a todo el mundo, ya fuera gente que le felicitara o gente que le pusiera verde. Más allá de las poderosas razones que tenga para abandonar Twitter, también va a descansar.

Pero antes de irse ha dejado algún mensaje sobre un asunto del que ya había dejado caer algo. Se trata de la demanda cósmica de Telma Ortiz contra cincuenta medios de comunicación por el “insoportable y permanente acoso de la prensa”. Por cierto, el lunes de la semana pasada Telma y Jaime del Burgo estaban almorzando en el hotel Maricel de Palma de Mallorca. Pero vamos al grano. Enlazaba el 29 de junio David Rocasolano una noticia de Vanitatis para desmentir la veracidad del titular. Era este: “Halle Berry sigue los pasos de Telma Ortiz”. Y aquí vienen las puntualizaciones (divididas en tres tuits, porque no le habrían dado los 140 caracteres de cada uno). El primero: “Esta noticia es incorrecta, pues fueron Felipe y Letizia quienes alentaron y apoyaron esa demanda”. Tendrá razón pero la que pone la demanda es Telma, aunque tuviera consejeros áulicos (o más bien, reales). El segundo con el tercero: “Y esa es la verdad, no la chorradita que se lleva vendiendo los últimos 8 años. Sin el apoyo de Felipe y Letizia esa demanda… no se hubiera presentado nunca. Pero claro eso no se puede contar por lo de siempre”.

En fin, que vamos a echar de menos el Twitter de David Rocasolano. El blog, de momento, seguía. De momento.

Con este señor nunca se sabe, pero David Rocaslolano ha desaparecido de la red social de la que hacía uso. Y mucho, mucho uso. El tuit que escribió del 30 de junio: “Me voy despidiendo de todos ustedes. Mañana desactivo la cuenta de Twitter. Espero que a todos les vaya muy bien, que tengan mucha salud y trabajo”. Pues muchas gracias, hombre. Lo mismo para ti. A continuación de su anuncio, alguien, como en la canción de Jeanette, le pregunta por qué se va: “Porque para mí esto ya se ha acabado”. La verdad es que lo suyo era un trabajo. Era un contestar sin parar a todo el mundo, ya fuera gente que le felicitara o gente que le pusiera verde. Más allá de las poderosas razones que tenga para abandonar Twitter, también va a descansar.