De justicia

 Un día después de que la Princesa hablara de justicia (en minúscula) y en relación con el acceso de las mujeres a puestos directivos, la Justicia (con mayúsculas) quitaba la pierna de encima de su familia paterna. De momento. El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Cangas de Onís ha decretado el sobreseimiento provisional de las diligencias por un presunto delito de insolvencia punible por alzamiento de bienes (el origen era una deuda impagada de más de 20.000 euros contraída por Henar Ortiz). Los imputados eran su tía Henar, su padre y su abuela. La razón aducida ha sido “no aparecer debidamente justificada la perpetración del delito”. El expresidente de Asturias, Vicente Álvarez Areces manifestó inmediatamente su satisfacción por el archivo del procedimiento penal. Entre otras cosas, ha dicho que “a esas personas se las conoce y reconoce y las sociedad asturiana siempre las apreció”. Como si esto tuviera algo que ver con las responsabilidades penales. En el caso de que las hubiera, claro.

Por un lado, este sobreseimiento (y mirando a la familia política de la Princesa) lleva a pensar si no habría sido mejor que la infanta Cristina hubiera llevado el mismo camino. Es decir, imputación, declaración y sobreseimiento en su caso, como se ha dicho y escrito en numerosas ocasiones tras la poco presentable imputación de quita y pon de la esposa de Iñaki Urdangarín. Pero viendo los comentarios de los lectores que aparecen en la noticia del sobreseimiento (y en diferentes periódicos) parece que la gente no está de acuerdo con la medida judicial. Casi da la impresión de que fuera de la horca  cualquier medida se quedara corta.

Parece que hay demasiada gente dudando de la independencia judicial, incluso en un asunto tan menor. ¿O es que todos los que piensan así se deciden a dar su opinión? Aquí solo falta Ramoncín gritando “Viva España republicana”.