Ni nombrarla

Cristina García Rodero es una artista muy grande, no lo vamos a descubrir ahora. Cristina García Rodero tiene muchas cosas que contar. A una fotógrafa con esa obra tan impresionante hay muchas cosas que preguntarle. En Jot Down le hacen una entrevista estupenda. Pero se ve que como Jot Down es una “contemporary culture mag”, es decir, una revista cultural, cultureta, gafapasta, como queramos, pues por la Princesa no se pregunta. Ni de refilón. Es verdad que las fotos de doña Letizia y su familia con motivo de su 40 cumpleaños no se acercan a ‘Fiestas Tradicionales en España o a España oculta, uno de los mejores trabajos de García Rodero (y cuyos toreros enanos sirvieron de inspiración a Pablo Berger para hacer Blancanieves?), pero se han hecho, se han visto, se han comentado.

Imaginamos que es la propia entrevistadora la que evita el tema. O bien porque no le interesa y no le parece importante, o bien por no molestar a la artista. Da un poco de reparo preguntar a García Rodero por esas fotos pudiendo hablar de Antonio López, que fue su profesor, de la agencia Magnum o de su trabajo en general. Y es verdad que Jot Down no es el ¡Hola! y no trata los temas del ¡Hola! porque no es su terreno. Su terreno es el de la ‘kultur’, incluso el de la ‘pop culture’.

Pero aun así, resulta extraño tener delante a Cristina García Rodero y no preguntarle por doña Letizia. No preguntarle por ese encarguito. Queremos saber si es un trabajo alimenticio (a la manera de aquellas películas mexicanas de Buñuel), queremos saber por qué aceptó el trabajo, queremos saber cosas de la sesión, queremos saberlo todo. Otra cosa es lo que Cristina García Rodero hubiera contado. Sí se le pregunta esto: “¿Siempre has preferido los rostros anónimos para el retrato?”. Respuesta: “Sí, porque me siento con más libertad, hay muchos fotógrafos en los que el valor de la obra está en la persona fotografiada, pero a mí me gusta la gente que encuentro con la que sientes algo, empatía o repulsión, lo que ves en su rostro”. Queremos saber qué vio en el rostro de doña Letizia.