¿Grandes firmas sí o no? Del Chanel de Carlota a los Varelas de Letizia

Vestir de grandes firmas no significa ir guapa ni glamurosa, y si no, que se lo pregunten a Carlota Casiraghi. La hija de Carolina de Mónaco escogió para el Baile de la Rosaun vestido rosa y negro de Chanel que recibió numerosas críticas. En muchas ocasiones, las mujeres de las familias reales, al igual que les ocurre a las celebrities de Hollywood, pecan al decantarse por diseñadores internacionales. Y es que muchas de ellas creen que elijan el modelo que elijan van a estar divinas solo porque su atuendo lo firma Valentino, Elie Saab o Giorgio Armani. Pero no es así.

Esto puede comprobarse en los grandes eventos de la realeza, como la cena de despedida ofrecida en honor a la abdicación de la ahora princesa Beatriz de Holanda. En aquella ocasión, varias damas se decantaron por diseños de grandes firmas. Este fue el caso de Mette-Marit, quien lució un vestido floral de Giambattista Valli, o Sthèphanie de Luxemburgo, que intentó deslumbrar con una prenda de Elie Saab. Sin embargo, y a pesar de los miles de euros que se dejaron en sus modelos, la princesa Mary de Dinamarca o la mismísima Doña Letizialas superaron eligiendo sencillos vestidos firmados por Birgit Hallstein y Felipe Varelarespectivamente, dos modistos de ‘bajo perfil’.

Doña Letizia es quizás la royal que menos firmas internacionales utiliza y no por ello es una de las peorvestidas. Al contrario, en las listas que suelen hacer sobre las damas de la realeza más elegantes, la esposa de Felipe VI siempre ocupa las principales posiciones. Y es que no todo lo que ofrecen los grandes diseñadores es bonito, y hay que saber elegir dentro de las opciones que ofrecen, tal y como hace la Reina española. Aunque no suele abusar de prendas 'extranjeras', la soberana se ha permitido algún pequeño desliz como el vestido negro de encaje de Carolina Herrera que lució durante la cena de gala ofrecida a la presidenta chilena Michelle Bachellet. No obstante, se le perdonó porque ese modelo de la diseñadora venezolana bien valía una 'infidelidad'.