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Letizia se cae de los altares
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Núria Tiburcio

Reina Letizia

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Letizia se cae de los altares

Desde que se convirtió en Reina hace ya más de un mes todo han sido alabanzas para Doña Letizia. Su figura se ha ensalzado hasta límites

Foto: Doña Letizia en la Catedral de Santiago (Gtres)
Doña Letizia en la Catedral de Santiago (Gtres)

Desde que se convirtió en Reina hace ya más de un mes, todo han sido alabanzas para Doña Letizia. Su figura se ha ensalzado hasta límites insospechados destacando su profesionalidad, su buen hacer y su magnífico estilo. No se trata de que estas declaraciones sean falsas pero, ¿no actúa Letizia de la misma forma que cuando era Princesa de Asturias? Sea como fuere, parece que poco a poco la nube en la que estaba flotando se va desinflando y ahora han vuelto las críticas.

El motivo ha sido el viaje que realizó a Galicia el pasado 25 de julio. Tanto la actitud de Doña Letizia como su elección de vestimenta han hecho correr ríos de tinta. No sentó muy bien que la Reina reciclara un vestido que había llevado en una boda. María Fidalgo Caseres, Doctora en Historia por la Universidad de Sevilla, escritora, investigadora, analista social y crítica de arte, opina en su columna de Mundiario: “Letizia acudió con un hermoso traje color nude, discreto y bien cortado, que le sentaba como un guante. Estaba monísima… pero con una pechera muy marcada y muy poco ortodoxa para una reina, y además chocante en un cuerpo tan delgado”. Yañade: “El usar algo que se estrenó en un asunto tan "festivo" como una boda hirió muchas susceptibilidades al considerarlo improcedente por respeto a las víctimas”, dice Fidalgo refiriéndose a los familiares de las difuntos por el accidente de tren de Angrois.

Tampoco gustó que la Reina no cumpliera con el rito católico pues no se persignó ni se santiguó y estuvo en todo momento muy seria tal como destacó en ABC Almudena Martínez-Fornes, quien estuvo presente. Pero sin duda lo que más incomodó, sobre todo a aquellos que profesan la fe católica, fue que la esposa de Felipe VI prescindiese de la mantilla como ya hizo en su visita al Vaticano, algo que muchos no acaban de entender porque en su visita a Marruecos si lució el velo comomarcaba la tradición. Fidalgo vuelve a atacar a Letizia por este asunto: “Lo que no se explica es ¿por qué una reina católica sin mantilla ante el Papa y con velo ante las tumbas de los monarcas alauitas? […] lo más llamativo y más ofensivo para los católicos, confesión que ella supuestamente profesa, es el agravio comparativo”. Comenta y destaca el ejemplo impagable de la Reina Sofía quien en sus visitas a Compostela siempre ha lucido mantilla.

Sin embargo, a pesar de que es verdad que la nueva Reina se muestra muy distante en las liturgias católicas, Doña Letizia no se saltó en ningún momento el protocolo pues en la Catedral de Santiago solo se debe utilizar mantilla en el Año Santo Jacobeo, y tampoco se lo saltó enel Vaticano, ya que desde hace años no es obligatoriollevarla en las reuniones privadas. Letizia tendrá defectos,pero al César lo que es del César.

Desde que se convirtió en Reina hace ya más de un mes, todo han sido alabanzas para Doña Letizia. Su figura se ha ensalzado hasta límites insospechados destacando su profesionalidad, su buen hacer y su magnífico estilo. No se trata de que estas declaraciones sean falsas pero, ¿no actúa Letizia de la misma forma que cuando era Princesa de Asturias? Sea como fuere, parece que poco a poco la nube en la que estaba flotando se va desinflando y ahora han vuelto las críticas.

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