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La traición de Iñaki Urdangarín a la Reina
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Paloma Barrientos

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La traición de Iñaki Urdangarín a la Reina

Uno de los momentos públicos más complicados de los últimos meses para la Reina fue la publicación de las imágenes donde aparecía en Washington posando junto

Foto: La traición de Iñaki Urdangarín a la Reina
La traición de Iñaki Urdangarín a la Reina

Uno de los momentos públicos más complicados de los últimos meses para la Reina fue la publicación de las imágenes donde aparecía en Washington posando junto a la infanta Cristina y Urdangarín, que en esas fechas aunque no imputado sí tenía en su mochila un escándalo de envergadura que afectaba directamente a la Institución. Ya la opinión pública era conocedora de los pelotazos y de la utilización de una fundación sin ánimo de lucro como si fuera la cueva de Alí Babá. Sólo era la punta de un iceberg, que con el paso de los meses se descubrió de una dimensión enorme.

La Reina no midió las consecuencias de la publicación de aquellas fotos y ejerció de madre antes que de reina. Las secuelas mediáticas fueron tremendas y por una vez la consorte real, que aparentemente siempre había cumplido con su papel de “profesional”, metió la pata. Su gesto fue analizado con lupa. Sí se hubiera entendido que, al estar esos días en Nueva York en un encuentro de microcréditos al Tercer Mundo, se desplazará para ver a su hija y sus nietos. Pero no era explicable la foto con el yerno que desde el 2006 ya apuntaba maneras. Y ese dato ya era del conocimiento de todos los miembros de la Primera Familia, como se ha sabido ahora, aunque nadie hiciera nada por parar la avaricia del duque ni controlar su prepotencia.

Doña Sofía dio la cara y mientras tanto el duque había negociado por activa y pasiva con la princesa Corinna, con la que mantenía un trato fluido y muy cariñoso por lo leído en los correos que el socio Diego Torres ha ido entregando al juez Castro. No sólo la pedía que mediara para nuevos contratos y un papel destacado en la fundación Laurus, donde tenía mando, sino que se preocupaba del mucho trabajo que tendría al estar en temporada de caza. Una falta total de prudencia pero sobre todo de honestidad y fidelidad hacia la suegra que contra viento y marea le había defendido a costa de disgustos con el Príncipe, que sí sabía que la rapacidad del cuñado se estaba yendo de las manos. 

Uno de los momentos públicos más complicados de los últimos meses para la Reina fue la publicación de las imágenes donde aparecía en Washington posando junto a la infanta Cristina y Urdangarín, que en esas fechas aunque no imputado sí tenía en su mochila un escándalo de envergadura que afectaba directamente a la Institución. Ya la opinión pública era conocedora de los pelotazos y de la utilización de una fundación sin ánimo de lucro como si fuera la cueva de Alí Babá. Sólo era la punta de un iceberg, que con el paso de los meses se descubrió de una dimensión enorme.

Fundación Reina Sofía Iñaki Urdangarin