Las encuestas malditas de La Zarzuela

Preguntar siempre resulta un riesgo y más cuando las respuestas son anónimas, como en el caso de las encuestas. Los responsables de La Zarzuela, siguiendo las órdenes del titular, hacen sondeos cada poco para calibrar lo que pasa en la calle. Y en concreto lo que opinan los súbditos del llamado núcleo duro, que no es otro que el Rey, la Reina y los Príncipes.

La infanta Cristina y su marido hace tiempo que dejaron de existir en el organigrama de la Casa Real. Y mejor para todos porque si hubiera una casilla en la que se pudiera señalar quienes han hecho más por la Republica los imputados reales estarían en el puesto de honor. Con la primogénita Borbón sucede lo mismo y tampoco aparece, aunque en este caso le ocurriría al contrario que a su hermana, porque superaría con creces a la cuñada Letizia. Por si las moscas y por aquello de las guerras Carlistas mejor no mentar al diablo.

La única realidad con la que cuentan ahora en La Zarzuela son estas encuestas secretas y para alguno de los protagonistas “malditas”. Si hasta hace nada escuchábamos la “Reina y yo”, ahora habría que cambiar esta frase –según la aceptación ciudadana– por “el Rey y yo” en clara referencia al puesto preferente que alcanza doña Sofía en el sentir popular.

El jefe del Estado pasa a un tercer lugar, superado por su hijo, que ocupa el segundo. En cuarta y última posición se sitúa la Princesa. Ahora habrá que ver qué pasa con el siguiente sondeo.