Alberto Ruiz-Gallardón no ha visto la película 'El padrino'

Cuando al ministro de Justicia le preguntaron en su primera comparecencia pública por el incidente de tráfico protagonizado por su hijo hace unos días, respondió como lo hacía Corleone en la película El Padrino: “Los asuntos de familia se tratan en familia”.

Esta frase mítica de la filmografía de Coppola está dando mucho juego a los contrincantes del señor Gallardón, a los que les ha faltado tiempo para criticar su manera de entender los lazos familiares. Y no sólo a sus oponentes, sino también a los de su propio partido, que no entienden cómo se le ha podido colar esa afirmación tan peculiar a una persona tan seguidora del mundo del cine. Junto al fiscal general del Estado, Torres Dulce, que además ha sido durante años crítico de cine, ambos son más que aficionados con una videoteca que nunca comparten con las amistades. El ministro es de los que dicen: “Si quieres ver cine te vienes a casa, pero yo no presto”.

Por eso ese desliz a lo don Vito para explicar la escapada del hijo al huir del lugar del accidente y refugiarse en el garaje de la casa familiar va a tener un recorrido demasiado largo para el político, que no ha calculado la repercusión mediática de sus palabras. Quizá esta vez le haya fallado un mejor asesoramiento de su gabinete de comunicación, que en vez de aconsejarle que diera la cara le ha perfilado como invisible.

El percance de Alberto Ruiz-Gallardón Utrera no es un tema privado. Entre otras cosas porque los escoltas que arroparon al hijo se pagan con dinero público. Sólo me cabe pensar que para don Alberto El padrino no es una de sus películas habituales y de ahí que no la tuviera en su disco duro.