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Las hormonas del clan Pantoja
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Gema López

Malas Lenguas

Por
Gema López

Las hormonas del clan Pantoja

Ahora resulta que todos los problemas judiciales de Isabel Pantoja se reducen a un problema hormonal. Al menos así lo ha declarado su abogado a las

Foto: Isabel Pantoja y Julián Muñoz, en una imagen de archivo (Gtres)
Isabel Pantoja y Julián Muñoz, en una imagen de archivo (Gtres)

Ahora resulta que todos los problemas judiciales de Isabel Pantoja se reducen a un problema hormonal. Al menos así lo ha declarado su abogado a las puertas del Tribunal Supremo donde se dirime la condena que podría conducir a la tonadillera a la cárcel. Lo que no ha explicado el letrado es si en la época que enseñaba los dientes al lado de su ‘Cachuli’, Isabel padecía los sudores menopáusicos, esos que a todas nos llegan a determinada edad o lo suyo fue un rebrote sexual, tras años paseando la viudedad por escenarios y portadas de revistas.

Parece ser que fueron esas hormonas las que impidieron ver a la Panto como en su cuenta bancaria se ingresaban cada día 3000 mil euros procedentes de no se sabe dónde, la que le nubló su entendimiento mientras su patrimonio crecía con apartamentos de lujo y un chalé con nombre de copla, y las que provocaron que su entrepierna se entretuviera mientras el ganado se multiplicaba en Cantora, como el milagro de los peces y los panes.

Aquella que se casó virgen a lomos de corceles blancos vivió con tal intensidad la pasión marbellí que, mientras otros veíamos ambición, ella vivía pasión y allá donde se hablase de paraíso fiscal ella lo interpretaba como paraíso carnal, tras años de hambruna contenida.

De todas formas lo de las hormonas es un mal que acucia a la Panto y a su parentela. Fueron las hormonas típicas de la edad las que llevaron a Chabelita a protagonizar el último culebrón mediático de los últimos tiempos. La niña se dejó llevar y a los diecisiete años se quedó embarazada, generando una batalla campal entre madre e hija.

Chabelita Pantoja y Alberto Isla (Gtres)Mientras la niña apostaba por seguir adelante, la Pantoja se planteaba cual sería el futuro de su niña al lado de un chico si oficio ni beneficio. Pero de la misma manera que Pantoja apostó por Pantojo, Chabelita apostó por Chabelito, y hoy hay un niño en el mundo producto de la revolución hormonal de dos jóvenes que se han pasado los consejos de la matriarca por donde ella se pasó a ‘Cachuli’ y que nos han presentado al sucesor del clan vía exclusiva (otra lección aprendida de mamá)

Una revolución que pudo hacer abuela a la Pantoja hace muchos años cuando Paquirrín (hoy Kiko DJ), donde ponía el ojo, ponía la bala. Tal era la pasión que derrochaba en sus relaciones el primogénito de la tonadillera, que hasta tres embarazos frustrados tuvieron en vela a toda la prensa.

Lo curioso de todo esto, es que sabiendo como sabía Pantoja de hormonas, no les ensañase a sus hijos como gozar de ellas sin necesidad de traer niños al mundo. Claro que tal vez el día que tocaba dar esta lección, estuviese en alguna alcoba de Cantora dando rienda suelta a la pasión hasta quedarse ciega.

Ahora resulta que todos los problemas judiciales de Isabel Pantoja se reducen a un problema hormonal. Al menos así lo ha declarado su abogado a las puertas del Tribunal Supremo donde se dirime la condena que podría conducir a la tonadillera a la cárcel. Lo que no ha explicado el letrado es si en la época que enseñaba los dientes al lado de su ‘Cachuli’, Isabel padecía los sudores menopáusicos, esos que a todas nos llegan a determinada edad o lo suyo fue un rebrote sexual, tras años paseando la viudedad por escenarios y portadas de revistas.

Tribunal Supremo Patrimonio Isabel Pantoja