Y Casillas se metió un gol en propia meta

Las redes sociales, como todo, no son ni buenas ni malas, todo depende de cómo se utilicen. Al comienzo de la ‘era Twitter’, muchos famosos se sumaron a esta nueva forma de hacer periodismo y, antes de que un fotógrafo les sacase un retrato, optaron por subir sus propias instantáneas, convirtiéndose en autopaparazzis de su propia vida.

Era una manera lícita de tener un control sobre su propia imagen y, de alguna manera, neutralizar un reportaje por el que otros cobraban. En muchos casos, divisaban un objetivo en el horizonte y le daban al icono de twittear con la misma velocidad que el fotógrafo enviaba el reportaje a miles de kilómetros para su venta.

Bustamante, Belén Esteban, Francisco Rivera... compartían, con sus miles de seguidores, minutos privados de sus vidas, fragmentos de su intimidad, instantes de su felicidad… muchas veces porque así lo deseaban y otras porque más vale adelantarse y ser uno mismo quien controle el cómo y el cuándo. Pero con esta jugada no siempre se obtienen los resultados que uno busca y hay veces que el tiro les ha salido por la culata,

El último ejemplo lo han protagonizado Iker Casillas y Sara Carbonero. Cada año, la pareja ha sido objeto de deseo de las agencias que intentaban conseguir el bikini del verano o las vacaciones mejor pagadas. Durante el último lustro era el reportaje añorado y soñado por cualquier paparazzi. En algunas ocasiones, los protagonistas se han dado cuenta de las hazañas de algún periodista avispado e incluso se han acercado a él y han departido amigablemente, aun a sabiendas de que el cazador ya tenía la pieza cazada.

Este año era especial. Se trataba de las primeras vacaciones con su hijo Martín y la estampa familiar cotizaba al alza en el mercado de las grandes exclusivas. Iker y Sara se escapaban al Algarve con el pequeño y una agencia los tenía localizados. Como cualquier padre, el guardameta, que ha protegido mucho la estampa del pequeño, subía una foto a Twitter pero cometía un error. El jugador no había desactivado su localizador en el móvil, por lo que en el momento en el que la foto se colocó en la red, los fotógrafos, que no sabían el paradero de la familia, descubrieron en qué lugar exacto estaba la pareja pasando unos días de descanso.

Como resultado, cinco agencias se presentaron en el lugar y lo que eran unos días de tranquilidad en el que buscaban alejarse los focos, terminó por convertirse en un festín de paparazzi.

¡Cuidadito con los botones! Que, si las armas las carga el diablo, con las redes sociales en ocasiones sucede lo mismo y, en este caso, ha sido Iker Casillas quien ha terminado por meterse un gol en propia meta.