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Fran Rivera, el salvavidas de la Pantoja
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Gema López

Malas Lenguas

Por
Gema López

Fran Rivera, el salvavidas de la Pantoja

Durante la última semana, se viene especulando con los problemas monetarios de la tonadillera y la posible súplica que estaría haciendo a varios amigos para que

Foto: Isabel Pantoja y Francisco Rivera (Gtres)
Isabel Pantoja y Francisco Rivera (Gtres)

Durante la última semana, se viene especulando con los problemas monetarios de la tonadillera y la posible súplica que estaría haciendo a varios amigos para que suelten ese parné que ella necesita obligada por sentencia.

Ella que tanto manejó, que tanto ansió. Aquella a la que le cerraban las zapaterías de Marbella para comprar cómodamente, ahora le aprietan algo más que los zapatos. Hasta el club de fans ha habilitado una cuenta para depositar unos eurillos e intentar salvar a su diosa del cadalso, en un claro homenaje a La Faraona, que suplicaba a cada español una peseta con que sufragar lo que Hacienda -que al parecer sólo somos unos pocos-, le reclamaba. Lola decía que no sabía y la Pantoja que no veía, y eso que los fajos de quinientos que su alcalde venido a menos llevaba en el bolsillo eran calderilla comparados con los que se manejaban dentro de Cantora y la casa de La Pera.

Lástima que ella, que estuvo depositando tres mil euros en una cuenta bancaria durante varios días en la época de esplendor de Cachuli, no supiera que aquello dejaba rastro y lo que es peor: que no los ahorrara para no encontrarse ahora en esta situación de desamparo.

Lo curioso es que sabiendo, como sabía desde hace tiempo, que esta situación iba a llegar, la cantante haya puesto algunos impedimentos para vender su casa de la Moraleja o haya rechazado suculentos contratos que le salvarían el pellejo, sin necesidad de tener que hacer recaudación entre sus parroquianos. A no ser, claro está, que Isabel disponga de efectivo y todo sea una cortina de humo para hacernos creer que está tiesa.

Resultan sospechosos los movimientos, los contactos y la rapidez mediática con que se ha propagado la noticia de que la tonadillera anda pidiendo ayuda. En el Salvemos a la Pantoja, han aparecido nombres como el de Belén Esteban, Miguel Poveda, Juan Peña, El Chatarrero .... ¿No será esta una maniobra de distracción? ¿Un globo sonda lanzado con intención? ¿Tan torpe es la cantante y sus consejeros como para jugársela a última hora? El problema de la cantante es como justificar unos números que no cuadran, por eso quizá tenga que hacer que lo oscuro se vuelva claro, que lo negro se vuelva blanco, que lo opaco tome brillantez aunque sea pasando por el centrifugado de una cuenta manejada por sus fieles acólitos.

Pero lo que realmente preocupa a sus abogados es la cárcel, no el dinero que el Ave Fénix llamado Pantoja estoy segura que recaudará. Pagar no significa librarse de las rejas y si a las malas tiene que entrar en prisión y no tiene dinero, con seis meses más encarcelada saldaría la deuda.

De cualquier forma, Isabel tendría una solución a mano con la que solventar una parte de su problema. Una salida vinculada a ese apellido que tanto le dio y al que un día vilipendió, gritando la frase antológica de: "Estoy cansada de la familia Rivera".

En el año 2012, Fran Rivera intentó comprar Cantora, la finca que su padre había dejado a la cantante y a su hijo tras su muerte y, curiosamente, la única herencia que hasta la fecha mantiene alguien de la familia. El resto se vendió.

Sin embargo, la tonadillera no solo rechazó aquella oferta, sino que según publicó este portal, jamás vendería su bien más preciado al mayor de la desaparecida Carmina Ordoñez. Otra cosa hubiese sido si la oferta hubiese llegado de Cayetano, a quien Isabel siempre ha apreciado más. Fran y la Panto manejan la misma dosis de soberbia y la cantante, que un su día no le entregó los trastos de matar de su padre que le correspondían, tal y como señalaba el testamento, moriría antes de darle la llave de la finca.

Llegados a este punto, solo será cuestión de tiempo averiguar si la Pantoja logra reunir el montante necesario o, por el contrario, ya lo tiene y una vez más, desde la sombra, está moviendo los hilos mediáticos de la distracción y ventilando el victimismo en el que vive instalada desde hace años. Ese victimismo que le ha impedido reconocer que se equivocó y que, por ello, ahora debe pagar.

Durante la última semana, se viene especulando con los problemas monetarios de la tonadillera y la posible súplica que estaría haciendo a varios amigos para que suelten ese parné que ella necesita obligada por sentencia.

Francisco Rivera Isabel Pantoja Julián Muñoz