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Ana Rosa Quintana tira de 'black'
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Nacho Gay

Carta de Ajuste

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Ana Rosa Quintana tira de 'black'

Parece que el ébola ha tardado poco en occidentalizarse. No han pasado ni diez días desde que aterrizara en España y ya respeta casi todas las

Foto: La presentadora Ana Rosa Quintana en una imagen promocional de Telecinco (Gtres)
La presentadora Ana Rosa Quintana en una imagen promocional de Telecinco (Gtres)

Parece que el ébola ha tardado poco en occidentalizarse. No han pasado ni diez días desde que aterrizara en España y ya respeta casi todas las pautas de conducta de un virus continental. El ébola ya se propaga vía exclusiva, se sufraga al portador y se contagia al ritmo que marca la activación del imán de algo parecido a una tarjeta black.

Hablando de negros, me ha venido a la cabeza Ana Rosa Quintana. No sé el porqué de tan absurda asociación de ideas, la verdad. Quizá sea porque ella se ha entregado en cuerpo y alma, probablemente más que nadie, a la noble causa del ébola. Noble y negra. Sobre todo negra. Cada vez me resulta más evidente que AR tiene un lío con Piqueras. Como mínimo comparten grupo sanguíneo.

Es jueves y toca hablar del ébola, como todos los días. Estar en esa mesa a la derecha de AR es el máximo escalafón al que puede aspirar un contertulio, esa Raza a la que Sáenz de Heredia le dedicó una película. Un sitio reservado para deidades del gremio como Alfonso Rojo. Imaginen. Pues hoy ese sitio está reservado a Teresa Mesa, portavoz oficial de la auxiliar de enfermería aislada en el Carlos III.

A Teresa, a la que conocimos hace apenas unos días, parece que le gusta mucho Ana Rosa. De hecho, debe de ser fan incondicional, porque desde su bautismo televisivo no se calienta en otro brasero que no sea el suyo. Al menos de 9 a 13 horas. Y no, no parece esta una casualidad absurda de esas que gobiernan el cine de Julio Medem, sino más bien una de esas otras contingencias que vienen rubricadas con baba de notario, ya me entienden.

De regreso a la pugna Griso-Quintana, esas señoras que en todas las entrevistas dicen que son muy amigas. Doy fe.

A partir de las 13 horas, eso sí, Teresa ya es libre para vulgarizar el ébola por otras cadenas, previa recarga de la black, claro, nunca by the face. De nuevo doy fe. Bueno, en este caso la dan los directivos de otras cadenas, aún con el susto en el cuerpo tras leer el precio que Teresa traía en la etiqueta.

Camarero, aquí un Bourbon doble, que esta ronda la paga Vasile.

Parece que la doña ha aterrizado en el mundo del chou muy bien instruida y con hambre de cámara. Con hambre en general. Una mujer dispuesta a comerse el mundo en primicia y exclusiva para la reina más desprendida. Y esa ha sido ellAR.

Eso sí, Teresa ha resultado una labriega cumplidora, con un verbo dotado para bailar a la vez, sin tropezar, con la información y el sentimentalismo. Observen: "Le dijo ‘te amo’ a su marido y preguntó por Excalibur". Sí, señora, abra usted el zurrón, que hoy se lo ha ganado.

Su amiga enfermera luchando por su vida… y mientras tanto la portavoz redecorando la suya.

De los creadores de Los anunciantes volaron del nido del ‘Cuco’ y Quién puede raptar a la esposa de Santiago del Valle, llega ahora a nuestras pantallas Portavoz oficial y cebollera.

¿Y saben qué? Que da igual, que a nadie le importa. Que lo black ya está institucionalizado. Porque Ana Rosa seguirá recorriendo cada acto de proclamación de un nuevo monarca, cada 12 de octubre, cada Fiesta Nacional, la alfombra del Palacio Real. Y eso, al final, es lo único que importa.

Parece que el ébola ha tardado poco en occidentalizarse. No han pasado ni diez días desde que aterrizara en España y ya respeta casi todas las pautas de conducta de un virus continental. El ébola ya se propaga vía exclusiva, se sufraga al portador y se contagia al ritmo que marca la activación del imán de algo parecido a una tarjeta black.

Ana Rosa Quintana Susanna Griso