¡Libertad de expresión para Los Chunguitos!

Yo creía queRania de Jordaniaera una tipa que no pisaba jamás sobre adoquín. Es más, estaba convencido de que no podría sobrevivir fuera de unas suelasLouboutin. Pero qué va, me equivocaba, pues estaba hace unos días en la manifestación de París, pisando adoquín junto a otros líderes mundiales. También creía que Rania era una señora abonada a las bragas de Dior –canela fina– mientras su pueblo se muere de hambre. Pero tampoco. Ahora es una buena persona que se manifiesta junto al resto de Occidente por la libertad de expresión, tan extendida, como saben, en Jordania. Estoy muy orgulloso de que los cabecillas de todo esto, entre ellos Rania, hayan salido a la calle para defender la libertad de verbo de todo el mundo, lo que también incluye, supongo, a Telecinco y aLos Chunguitos.

Los Chunguitos son esos señores que preferirían tenerun hijo “deforme o con una enfermedad antes que maricón”.Esa gran frase ha sido su mejor aportación enGran Hermano VIP, programa del que acaban de ser expulsados disciplinariamente, pero lo cierto es que dieron mucho más de sí. En su segunda intervención estelar compararon aun negro con un “gorila”.También narraron la bonita anécdota del perro llorón que abandonaron un día en una gasolinera, una de las cosas “más divertidas” que han hecho en la vida.

Lo que sorprende más de todo esto no es que la libertad de expresión mal entendida a veces pueda causar estragos, sobre todo en manos de gente como la que haceTelecinco; eso algunos ya lo sabíamos antes de ir a París. Lo verdaderamente trágico aquí es que Los Chunguitos eran, hasta hace apenas una semana, dos personajillos afables e inofensivos de la actualidad cañí. Sin embargo, después de cuatro días en contacto con Telecinco, se han convertido en los dos forajidos más buscados a este lado del río Kwai.

Esa cadena es como un centro de desintoxicación, pero a la inversa. Es decir, tú metes allí a un cooperante internacional ‘virgen extra’ recién aterrizado de Sri Lanka, y a los quince díasPedro Piqueraslo tiene ya en primera plana del informativo bautizado como el asesino de la baraja, la cuchara o la zambomba.

Los Chunguitos salieron el jueves pasado de la casa porque la cadena pensaba que lo que habían dicho era vergonzoso. Eso sí, esperaron al jueves para expulsarles y lo hicieron enprime time, como Dios manda. La audiencia se disparó al 30% y eso es lo que paga los más de 60.000 euros que al parecer cobra por semanaBelén Esteban, otra de las concursantes ¿VIP? del espacio.

La fórmula del éxito es la que sigue: destrozarle la vida a Los Chunguitos, 15% deshare; indignar a los 700.000 negros que viven en España, 10% deshare; cuarto y mitad de gay ofendido, 5% deshare;queBelén Esteban, en medio de todo este lío, diga en directo “Tengo un coño que llega hasta Logroño” no tiene precio.

Y aun con todo Telecinco quedó de cine. Un ofendidísimoJordi González, el presentador del espacio, obligó a Los Chunguitos a pedir perdón en directo mientras cargaba sobre sus espaldas todo el peso de la culpa. Jordi y Telecinco dando lecciones de moral. Me creería más a Rania de Jordania participando en una marcha por la libertad de expresión.