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Sicilia, un paseo por la "isla nostra"
Una estrecha franja de agua de apenas 3 km separa la gran isla del Mediterráneo del resto del continente, lo que ha permitido preservar el encanto
Una estrecha franja de agua de apenas 3 km separa la gran isla del Mediterráneo del resto del continente, lo que ha permitido preservar el encanto de una forma de vida propia del resto de Europa pero que dejamos atrás hace décadas. Tierra de volcanes, cráteres y fumarolas, refulgentes salinas, abundante pesca, gente humilde pero orgullosa. Aquí enseñó Arquímedes y rezó San Pablo. Barcos de pesca varados en pequeñas playas de arena, descoloridas casas blancas de pescadores, pueblos pulcros de piedra volcánica. Teatros griegos, templos normandos, palacios barrocos e iglesias aragonesas. En Sicilia se funden otras culturas asentadas a orillas del Mediterráneo.
Una estrecha franja de agua de apenas 3 km separa la gran isla del Mediterráneo del resto del continente, lo que ha permitido preservar el encanto de una forma de vida propia del resto de Europa pero que dejamos atrás hace décadas. Tierra de volcanes, cráteres y fumarolas, refulgentes salinas, abundante pesca, gente humilde pero orgullosa. Aquí enseñó Arquímedes y rezó San Pablo. Barcos de pesca varados en pequeñas playas de arena, descoloridas casas blancas de pescadores, pueblos pulcros de piedra volcánica. Teatros griegos, templos normandos, palacios barrocos e iglesias aragonesas. En Sicilia se funden otras culturas asentadas a orillas del Mediterráneo.