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Tres destinos para celebrar el Día del Padre
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Daniel Camiroaga

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Daniel Camiroaga

Tres destinos para celebrar el Día del Padre

Tres días y tres destinos para disfrutar en familia de una escapada y dar un homenaje al cabeza de familia. Destinos en los que combinar diversión

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Tres destinos para celebrar el Día del Padre

Tres días y tres destinos para disfrutar en familia de una escapada y dar un homenaje al cabeza de familia. Destinos en los que combinar diversión para todos, junto con sus aficiones. Deporte, paseos y vistas memorables en la ciudad eterna; unas pintas en pubs frecuentados por escritores en plenas fiestas de San Patricio en Dublín; mañanas de esquí y tardes de ópera en la imperial Innsbruck.

Roma, rugby y San Pedro

La ciudad eterna, un lugar al que volver para seguir descubriendo insospechados rincones secretos: un ristreto en la terraza del café de San Eustachio entre la plaza Navova y el Panteón; increíbles puestas de sol al atardecer desde la Fontanone, con maravillosas vistas sobre el centro de Roma, y desde la terraza de Pincio encima de Villa Borghese. Disfrutar del concierto diario de canto gregoriano interpretado por los monjes de la iglesia de San Anselmo en la plaza de los Caballeros de Malta. Aprovechar y acudir a la Plaza de San Pedro para ser testigo del ambiente que se respira durante y tras la elección del nuevo Papa. Asistir a un combate de modernos gladiadores en el estadio olímpico, donde se juega el último partido del Torneo VI Naciones de rugby entre Italia e Irlanda.

Para comer, un buen plato de pasta en la terraza del Hotel Eden, con inmejorables vistas sobre la ciudad.

Dublín, cerveza y literatura

Un paseo por el centro de Dublín, entre las dos catedrales medievales, nos descubre una ciudad que se transforma, tiñéndose de color verde en pos de la leyenda de San Patricio. La mejor forma de recorrer la ciudad es en bicicleta, desde el gran parque Phoenix, las orillas del río Liffey y atravesar el puente Ha´penny hasta las estrechas calles medievales del barrio de Temple donde se sirven ríos de cerveza negra y aterciopelada. Aunque no son baratas, las pintas corren una tras otra. Grafton Street, una calle de tiendas y cafés para pasear.

Los manuscritos de Kells, del siglo IX, guardados celosamente en la Trinity University, sirvieron de inspiración a la pléyade de escritores que han hecho de la ciudad capital de la literatura. Te proponemos un recorrido por los pubs frecuentados por escritores de la talla de Wilde, Shaw, Beckett o Joyce entre otros y reflejados en algunas de sus obras: The Church, Davy Byrnes o Porterhouse. Y para dormir, el The Shelbourne Hotel.

Innsbruck, esquí y ópera

Rodeada de montañas y bosques es una ciudad de alma tranquila pero animada por el calor de la universidad. Integra de forma asombrosa un sorprendente casco medieval, arcadas que cubren un paseo maravilloso, casas de color pastel y los diseños más vanguardistas de arquitectos como la iraquí Zaha Hadid en la estación de Hungerburg. El centro brilla con la luz propia del tejadillo de cobre dorado de la residencia de los príncipes del Tirol. Las cúpulas y agujas de la iglesia de Santiago desafían la nieve que brilla sobre los macizos. Nueve estaciones con 300 kilómetros de pistas esquiables a tan solo veinte minutos de la ciudad. El teatro regional, de 1654, goza de buenas representaciones, óperas y entretenidas obras de teatro.

En el palacio imperial de Hofburg, el Sacher Café, hijo del homónimo de Viena: cocina correcta, buenos vinos austriacos y sobre todo la suprema tarta Sacher. Para cenar, Sitzwohl, decoración moderna, cocina de fusión y mucha amabilidad.

Para dormir, el Grand Hotel Europa.

Tres días y tres destinos para disfrutar en familia de una escapada y dar un homenaje al cabeza de familia. Destinos en los que combinar diversión para todos, junto con sus aficiones. Deporte, paseos y vistas memorables en la ciudad eterna; unas pintas en pubs frecuentados por escritores en plenas fiestas de San Patricio en Dublín; mañanas de esquí y tardes de ópera en la imperial Innsbruck.