Benares, un restaurante indio en Madrid

Si tuviéramos que resaltar una singularidad de la oferta gastronómica madrileña, nos inclinaríamos por la enorme variedad de cocinas de muchos países del mundo de cierta o mucha calidad. Kabuki o 99 Sushi Bar representando a Japón, Sudestada al sudeste asiático, Punto MXa México, Kena o Astrid y Gastón a Perú, son buenos ejemplos de restaurantes de cocinas foráneas que triunfan en Madrid. Tres de ellos ostentan una preciada estrella Michelin, y el único tres estrellas, DiverXo, representa cualquier cosa menos la cocina típicamente española. Como me decía el otro día una buena conocedora de la gastronomía europea, salvo en Londres, ninguna plaza como Madrid para triunfar con un buen proyecto internacional.

Es probable que algo de esto haya tenido que ver para que el cocinero hindú Atul Kochhar, portador de una estrella Michelin desde hace diez años, y los inversores que le acompañan tanto en su restaurante de Londres como en su nueva aventura españolahayan optado por Madrid para su segunda ubicación continental. Las empresas, a la hora de asumir decisiones que conllevan un riesgo inversor, miran con detalle la idoneidad del mercado al que se van a dirigir. Por ello nos cabe una íntima y legítima satisfacción, como españoles y como madrileños, comprobar que quienes se juegan su dinero, eligen Madrid como emplazamiento idóneo donde desarrollar su actividad.

Y el desembarco ha sido a lo grande. En el antiguo local en el que muchos tuvimos la primera aproximación a la gastronomía hindú, Annapurna, en el inicio de la calle Zurbano, han llevado a cabo una ambiciosa reforma que ha trasformado el espacioso local en un lugar bonito y confortable. Desde el bar de la entrada, abierto a la calle a modo de porche, uno se integra en un refinado ambiente hindú para empezar con una original propuesta de coctelería, bien planteada y mejor ejecutada.

La sala cuenta con dos zonas diferenciadas: la primera en torno a la cocina vista que también dispone de una mesa del chef de hasta seis personas, y la segunda alrededor de la luminosa terraza interior donde se proyectan imágenes de la ciudad sagrada bañada por el Ganges. En las primeras visitas se ha podido comprobar que se ha conformado un gran equipo de sala, con alguno de sus miembros procedentes de Santceloni, convenientemente aclimatados tras un periodo formativo en la casa madre de Londres. El servicio es llamativamente atento y profesional, y orienta con criterio ante un tipo de cocina desconocida para muchos clientes.

Para comer se puede elegir entre un menú que recorre las distintas especialidades del restaurante, muchas de ellas adaptadas a los productos que se pueden encontrar en nuestros mercados, o una carta en la que destacan el cangrejode cáscara blanda – Karara Kekda, el carabinero – Chemeen, el Tandoori Murg de pollo y el de cordero – Rohan Josh. Mención especial merecen los panes, elaborados al instante en las paredes del horno tandoor situado a la vista, combinados con unas lentejas, amarillas o negras, que suponen una explosión de la India en nuestros paladares. Tan solo el lomo bajo, de entre los platos probados en nuestras dos visitas, estuvo por debajo de lo esperado. Aunque hacen un esfuerzo por aproximar los puntos de las preparaciones a nuestros gustos, en algunos casos la costumbre hace que lleguen algunos platos algo pasados. Cuestión fácilmente corregible.

La armonía de unos platos especiados con el vino no es una cuestión sencilla. En Benares lo resuelve su sumiller, Juan Belmonte, con una oferta amplia y equilibrada, con acertados consejos y, sobre todo, con unos precios ajustados que nos permiten probar distintas combinaciones.

En definitiva, Madrid completa su oferta de cocinas exóticas con un buen restaurante indio, elegante y sofisticado, en el que poder introducirnos en un mundo de sabores, olores, colores y texturas que nos acercan al maravilloso entorno del Ganges.

Benares Madrid. C/ Zurbano 5, Madrid.Tlfno: 91 319 87 16.

Calificaciones