La lencería fina de Chábeli

Existen revelaciones que por insólitas pueden incluso quitar el hipo. La última, que Chábeli Iglesias cultiva su afición por la ópera desde que tenía 16 años. La joven desempolvó este hobbie oculto en Barcelona, en uno de los olimpos del bel canto, el Gran Teatro del Liceo.

La primogénita de Julio Iglesias se mueve como pez en el agua en los teatros operísticos. Ya en su día eligió el Metropolitan de Nueva York como su puesta de largo. Y como no podía ser de otra manera, la ex de Ricardo Bofill acudió a la Ciudad Condal para inaugurar la exposición ‘Joyas en escena’, una muestra que bajo los auspicios de Swarovski reúne 64 réplicas de las que lucía María Callas en los escenarios del mundo.

La hija de Isabel Preysler se vistió de gala para la ocasión -acompañada de su hermana Tamara-, pero el vestido de la diseñadora Ana Torres le jugó una mala pasada. Una vez lista para deslumbrar en la gala se dio cuenta que le transparentaba el sujetador. “¿Qué hago?”, se preguntó la joven. Los organizadores pensaron que un chal era la solución. Visto lo visto, el complemento no pegaba ni con cola con el traje, pero la emergencia fue subsanada a lo ‘Hospital Central’.

Chábeli demostró que es una mujer independiente y, tras algunos años de indecisión con su vida, ahora sabe lo que quiere. Fue por eso que, tras el primer acto de ‘Aída’ y pese a su pasión por la ópera, se marchó del teatro para descansar -al día siguiente volaba de nuevo a las Américas-, y regresó finalizada la ópera para cenar. A ella no le importaba. Se la sabía de memoria. En cambio, su hermana Tamara es neófita en estas lides. Mientras Chábeli se ha puesto siempre el mundo por montera, la hija de Carlos Falcó -que pronto dará una sorpresa profesional- siempre piensa “¿qué dirá mamá?”. Y así actúa.