Doña Pilar de Borbón pide la vez

En 1996 tuvo que derribar la tercera planta de su vivienda de Palma de Mallorca, seis años después de que una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Baleares obligara a esta demolición. Muy “apenada y desolada” dijo que no volvería más a Mallorca, pero la isla le tira tanto que este verano ha vuelto a dejarse caer por allí.

La semana pasada se dejó caer en el Mercado de Santa Catalina, como una clienta más. Acompañada por un hombre de su confianza que le ayudó a llevar el peso de las bolsas, hacía cola para pedir la vez en la carnicería, en la pescadería y para comprar verdura. Todo fresco. Vestida de lino blanco se acercó a los stands y fue pidiendo el género junto al resto de los compradores – como su sobrina, la Infanta Elena, que se deja ver en supermercados como DIA o Mercadona- , seguramente querrá llenar el arcón porque en breve comenzarán a llegar sus hijos y nietos a pasar el verano como ocurre cada año.