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A Lara Dibildos le pillan con el carrito
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A Lara Dibildos le pillan con el carrito

Por más que quiera, no hay manera de que su relación funcione con el jinete Escassi, así que ella ha seguido lo que reza el antiguo

Foto: A Lara Dibildos le pillan con el carrito
A Lara Dibildos le pillan con el carrito

Por más que quiera, no hay manera de que su relación funcione con el jinete Escassi, así que ella ha seguido lo que reza el antiguo dicho: “el que no come en casa, merienda fuera”. Lara Dibildos, creyéndose que no había moros en la costa, pasó al postre y le pillaron comiéndose el pastel. Todo ocurrió hace unos días en Marbella, donde la Dibildos tiene un chalé. Los paparazzi llevaban tiempo tras sus pasos, pues les habían llegado informaciones de que un hombre había atravesado las murallas de su fortaleza y en algún momento tendría que salir...

Efectivamente, llegó un día en que la nevera se vació y la pareja tuvo que salir al exterior a por alimentos. Allí estaban los fotógrafos dispuestos a obtener la imagen del idilio, pero esperaron. Una imagen de Lara caminando junto a un amigo no valía nada. Mientras los jóvenes llenaban el carrito de la compra en un supermercado de la localidad, los paparazzi seguían en su trinchera, y la espera bajo el calor sofocante tuvo sus frutos.

Tras más de media hora haciendo el paripé ante los clientes del establecimiento, la pareja salió al aparcamiento, en una actitud únicamente amistosa, pero viendo que nadie les miraba, el hombre colocó suavemente el brazo sobre el hombro de Lara y le plantó un beso de los de aquí te espero. El desconocido no se aguantó hasta llegar a casa y regaló a la prensa un suculento reportaje ‘de investigación’ que no tardaremos en visualizar...

Por más que quiera, no hay manera de que su relación funcione con el jinete Escassi, así que ella ha seguido lo que reza el antiguo dicho: “el que no come en casa, merienda fuera”. Lara Dibildos, creyéndose que no había moros en la costa, pasó al postre y le pillaron comiéndose el pastel. Todo ocurrió hace unos días en Marbella, donde la Dibildos tiene un chalé. Los paparazzi llevaban tiempo tras sus pasos, pues les habían llegado informaciones de que un hombre había atravesado las murallas de su fortaleza y en algún momento tendría que salir...