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Víctor Janeiro vive en su particular isla desierta
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Víctor Janeiro vive en su particular isla desierta

Para aislarse del mundo no hace falta viajar a un rincón exótico en el que no haya televisión ni radio y no lleguen las revistas. A

Foto: Víctor Janeiro vive en su particular isla desierta
Víctor Janeiro vive en su particular isla desierta

Para aislarse del mundo no hace falta viajar a un rincón exótico en el que no haya televisión ni radio y no lleguen las revistas. A algunos con hacer oídos sordos les vale para evadirse de lo que el mundo diga de ellos. Algo así le sucede a Víctor Janeiro, a quien la novia se le ha ido a vivir una aventura televisada en las playas del Caribe, y las cámaras le persiguen atribuyéndole una supuesta relación con una bailarina.

Ambiciones ha sido una buena escuela para huir de cámaras y rumores. Por eso Víctor sonríe y le quita hierro al asunto cuando le hablan de las críticas que está recibiendo su chica, Beatriz Trapote, por parte del público de ‘Supervivientes’. Él sabe lo que es estar en un reality show y por eso afirma que los comentarios son algo a lo que te expones al entrar en un programa de esas características.

Algunos atribuyen este pasotismo a un affaire con una bella bailarina del concurso, a quien grabaron llorando tras el final de la gala. Muchos se preguntaron si era por despedirse del torero, y eso que había cientos de razones para que la muchacha derramara unas lágrimas. Por ejemplo, que se hubiera olvidado de dejar comida a su mascota o simplemente que le de pena despedirse de sus compañeros de trabajo.

Sea como fuere, el cuñado de María José Campanario pasa de hacer comentarios sobre ninguno de esos temas, y no le da más importancia a las lágrimas de la pobre muchacha. Tampoco se inmiscuye en los asuntos de su hermano Jesulín. Eso es lo que se llama vivir en calma chicha, como si estuviera en una isla desierta del Caribe.

Para aislarse del mundo no hace falta viajar a un rincón exótico en el que no haya televisión ni radio y no lleguen las revistas. A algunos con hacer oídos sordos les vale para evadirse de lo que el mundo diga de ellos. Algo así le sucede a Víctor Janeiro, a quien la novia se le ha ido a vivir una aventura televisada en las playas del Caribe, y las cámaras le persiguen atribuyéndole una supuesta relación con una bailarina.