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La placa en la estatua de la Duquesa siembra la polémica
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La placa en la estatua de la Duquesa siembra la polémica

Se trata de una estatua de casi 2,80 metros y de 400 kilos de bronce que quedará para la posteridad en los Jardines del Cristina en

Foto: La placa en la estatua de la Duquesa siembra la polémica
La placa en la estatua de la Duquesa siembra la polémica

Se trata de una estatua de casi 2,80 metros y de 400 kilos de bronce que quedará para la posteridad en los Jardines del Cristina en Sevilla. El monumento que homenajea a la duquesa de Alba ya ha visto la luz después de las elucubraciones necesarias en todo ayuntamiento que se precie. Pero la polémica que ha perseguido a esta estatua no se limita al tiempo que ha permanecido guardada bajo techo hasta que se ha decidido el emplazamiento final, sino que ahora es la inscripción que acompaña a la figura la que ha vuelto a recibir numerosas críticas.

Quizá hayan sido los copiosos nombres que atesora la duquesa en su DNI los que han creado tal confusión pero lo cierto es que su nombre real, Cayetana Fitz-James Stuart, ha sido confundido en la placa por el de Cayetana Fist-James Stuar. Un error que no ha sentado demasiado bien entre los sevillanos. La felicidad que desprendía la protagonista del día hizo que no dijese nada sobre el dichoso error. Ni siquiera las personalidades que acompañaron a Cayetana en tal irrenunciable acto sacaron a relucir el cambio de nombre.

Aunque no solo se han criticado estas dos erratas sino que el aspecto rejuvenecido de la estatuta no ha gustado entre los detractores de la misma, que alegan el poco parecido con la duquesa de Alba. Fue la propia duquesa la que decidió que la moldeasen a la edad de 30 años. 

Ya lo aseguró Isabel de León, presidenta de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, al inicio de la inauguración de la estatua: “Cayetana se merece esta obra por ser la mejor embajadora de Sevilla”. La equivocación en la placa es lo de menos. El mantón de manila y el vestido de gitana ya se encargan de embaucar al visitante. 

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Sevilla Alba Carrillo