Esperanza Aguirre pierde la cabeza con los precios de las tiendas 'low cost'

La lideresa popular Esperanza Aguirre es una mujer heterogénea. Tan pronto se deja ver en el Rastrillo Nuevo Futuro, dejándose los cuartos, siempre por una causa benéfica, junto a la alcaldesa madrileña Ana Botella, como que llena su despensa en Mercadona -eso sí, el que se acaba de inaugurar en la Milla de Oro de la capital- o aprovecha para compar trapitos a sus nietos en las tiendas low cost.

Precisamente esto último fue lo que hizo la presidenta de la Comunidad de Madrid este jueves por la tarde durante la inauguración del centro comercial Gran Plaza 2 de Majadahonda, a la que acudió con el alcalde del municipio, Narciso de Foxá; el consejero de Economía de la Comunidad, Percival Manglano; y el presidente de la Sociedad General Inmobiliaria y exmarido de una de las primeras novias del rey Juan Carlos. Aguirre se decidió muy pronto a entrar en muchas de las tiendas del complejo tales como una juguetería, una peluquería y una de ropa, Primark, en la que rápidamente se quedó asombrada por los bajos precios. "¿Has visto qué cosas más ideales? ¡Y qué precios!", comentaba a todo el que quisiera escucharla.

Minutos después abandonaba el establecimiento escoltada por sus acompañantes de la inauguración y lo hacía con varias bolsas en las manos, cargadas previsiblemente de nuevos artículos para sus nietos, que quizá hubieran echado en falta que Aguirre se pasara también por las tiendas C&A, Fnac y, sobre todo, Apple Store -la tercera con la que cuenta la Comunidad de Madrid-, que también se encuentran dentro del centro comercial. Y eso que en el Rastrillo Nuevo Futuro la presidenta madrileña tampoco se olvidó de ñps pequeños y acabó comprándoles varios regalos, entre ellos una silla pequeña en color rosa destinada a su nieta.