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Corinna, la princesa que no deja huella
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Corinna, la princesa que no deja huella

Parece que Corinna zu Sayn Wittgenstein tardará en volver a Madrid, si es que vuelve. Desvinculada, por el momento, de la figura de Don Juan Carlos,

Foto: Corinna, la princesa que no deja huella
Corinna, la princesa que no deja huella

Parece que Corinna zu Sayn Wittgenstein tardará en volver a Madrid, si es que vuelve. Desvinculada, por el momento, de la figura de Don Juan Carlos, ella misma se ha encargado de alejarse lo máximo posible del ojo del huracán en el que la puso su estrecha amistad con el Rey. Además, se dice que, en los últimos años, se ha encargado de borrar la huella de todas sus actividades gracias a la firma de abogados Schillings, expertos en proteger la reputación de figuras públicas. Y es que hay fotógrafos que aseguran haber recibido grandes ofertas de dinero a cambio de fotos de la supuesta princesa alemana.

Puestos en contacto con el despacho, estos prefieren mantenerse al margen de todo lo que tenga que ver con la señora Corinna, que es su clienta y, como paga, siempre lleva la razón. Pero otros sí han habaldo. "Hace dos años recibí una carta de la firma Schillings, y me decían que actuaban en nombre de Corinna zu Sayn Wittgenstein. Yo tenía algunas fotos de ella en mi web que había tomado en 2004 en Ascot. Me explicaron que su cliente estaba tratando de "limpiar" fotos suyas que circulaban por ahí y que estaban contactando con más fotógrafos. No llegamos a un acuerdo económico y no se las vendí", reveló el fotógrafo Daffyd Jones a la revista Vanity Fair.

Las historias en torno al carácter huidizo de Corinna rozan el absurdo si tenemos en cuenta que el CNI puede estar de por medio. Se dice por ahí que la princesa y su hijo de 11 años se refugiaron en el palacio de El Pardo (antigua residencia de Franco) tras el accidente de Botswuana. El Rey acabó en el hospital y, poco después, saltó la noticia de su accidente y de la cacería que lo causó a los medios de comunicación. Eso hizo que Corinna y su hijo abandonasen España ante la atenta mirada de dos agentes del CNI.  

Fuese como fuera, el nombre de Corinna sigue en boca de todos. Los expertos dicen que ella ha sido la que ha puesto al rey en la disyuntiva de elegir entre ella y la corona. Y la elección, por el momento, parece bastante clara. Así que, tal y como están las cosas, lo que nadie podrá discutir es la capacidad de Corinna para "desaparecer del mapa". Y si es con la ayuda del CNI y de un cuerpo de abogados internacional, mucho mejor y mucho más fácil.

Parece que Corinna zu Sayn Wittgenstein tardará en volver a Madrid, si es que vuelve. Desvinculada, por el momento, de la figura de Don Juan Carlos, ella misma se ha encargado de alejarse lo máximo posible del ojo del huracán en el que la puso su estrecha amistad con el Rey. Además, se dice que, en los últimos años, se ha encargado de borrar la huella de todas sus actividades gracias a la firma de abogados Schillings, expertos en proteger la reputación de figuras públicas. Y es que hay fotógrafos que aseguran haber recibido grandes ofertas de dinero a cambio de fotos de la supuesta princesa alemana.