Tamara Falcó, la novia de moda que no encuentra príncipe azul

Tamara Falcó, cuando se viste de novia, reconoce sentirse como "una princesa". Será ese el motivo por el que la hija más popular de Isabel Preysler, fruto de su segundo matrimonio con el marqués de Griñón, Carlos Falcó, sea imagen recurrente de las firmas de trajes nupciales como Pronovias o Aire Barcelona.

 

Lo preocupante, según la heredera del imperio mediático de la socialité filipina, es que “me encanta vestirme de novia, pero estoy sin marido”. Es habitual ver a Falcó escenificando diversas escenas nupciales con impresionantes decorados, adornos florales de todo tipo, un amplio grupo de damas de honor a su alrededor, pero siempre falta el protagonista masculino que imprima a la estampa algo de realismo.

 

En verano del año pasado, se comenzaron a escuchar campanas de boda en torno a la hija del marqués de Griñón y su novio, el italiano Tomasso Musini. De hecho, una semana antes de hacerse pública su ruptura, en septiembre de 2011, la revista Love anunció su inminente paso por la vicaria tras ver que la pareja visitaba diferentes parroquias de Madrid. Se equivocaron. 

 

Ahora, Tamara parece estar buscando de nuevo el amor, ya que le preocupa que “todas mis amigas se están casando". Está lejos de anunciar su boda, pero no duda en reconocer que le encantaría "vivir la experiencia del matrimonio”, aunque parece haberse desencantado al darse cuenta de que el amor no es tan perfecto como se muestra en las películas de Hollywood.

 

"Honestamente, prefiero estar sola que mal acompañada", asegura, aunque confía en encontrar un hombre con el que poder compartir "el sentido del humor" y sus aficiones, como la de "viajar". Mientras llega ese día, su trabajo y la organización del enlace de su hermano Julio -hijo del primer matrimonio de su madre, Isabel Preysler, con el cantante Julio Iglesias- y la modelo Charisse Varhaert ocupan todo su tiempo. Ella y su hermana Ana Boyer serán las damas de honor, por lo que de nuevo no podrá vestirse de blanco. Seguirá siendo, de momento, la novia sin novio.