La primera ministra australiana hace calceta para el futuro hijo de Kate Middleton

Julia Gillard, primera ministra australiana, ha querido acercarse a sus homólogos y mostrar su faceta más cercana e íntima a través de un reportaje fotográfico. El problema reside en que ella no ocupa su tiempo libre practicando footing como Nicolás Sarkozy o José Luis Rodríguez Zapatero, ni juega al pádel como Aznar o es aficionada al jazz como Barack Obama, sino lo que le apasiona es hacer calceta. Este hobby, unido a que su última creación es un regalo para el futuro hijo de Kate Middleton, le ha colocado en la diana de todas las críticas, tanto en la prensa de su país como en las redes sociales.

 

Está tejiendo a punto un canguro de peluche que servirá de obsequio para el primogénito de los duques de Cambridge, que nacerá en las próximas semanas: “Hago punto para el bebé de Kate Middleton. Hago punto para los bebés, es parte de los pequeños proyectos que puedo hacer en mi reducido tiempo libre”, reconoce la dirigente australiana para el diario The Daily Telegraph.

 

No sólo ha sorprendido su tradicional afición, dado que Guillard es una fiel defensora del progresista papel de la mujer en la sociedad actual, sino también para quién va dirigido su próximo proyecto. Su reconocido republicanismo contrasta con el hecho de que desee acercarse a los herederos de la Corona británica, según han destacado a lo largo de la jornada numerosos medios de comunicación y usuarios de distintas redes sociales.

 

"Pensé que sería una cosa bonita de hacer. Me reté a tejer un juguete pequeño, y, ¿por qué no un canguro?", continúa Julia Gillard en su entrevista. Además, otro de los puntos que ha molestado a la sociedad australiana es el hecho de que su mandataria confiese que el país realizará otros regalos a la familia real británica con motivo del nacimiento del que será en un futuro el próximo rey: "Sospecho que nuestra nación regalará, probablemente, algo más que un canguro de peluche", reconoció sin entrar en más detalles sobre qué será y cuánto le costará al pueblo este tipo de ofrenda, información que han solicitado numerosos frentes contrarios a esta faceta de la política.

 

Ante la oleada de críticas que se han ido produciendo a lo largo de la jornada de este martes, la revista ha decidido desligarse del controvertido reportaje fotográfico de Julia Gillard haciendo punto. Así, aseguran que la idea nació de la propia oficina de la mandataria australiana, que quiso ofrecer su imagen más cercana al igual que hiciesen sus homólogos masculinos en el pasado, como es el caso del líder de la oposición Tony Abbott, que no esconde su pasión por el ciclismo. Pero nunca se sabe cuándo se agradará al público y hasta el inofensivo acto de hacer punto para un bebé puede ser el desencadenante de una gran tormenta mediática.