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Depardieu regresa al teatro, aunque le "aburre"
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Depardieu regresa al teatro, aunque le "aburre"

El actor Gérard Depardieu, que volvió este domingo al teatro en París después de diez años sin subirse a un escenario, aseguró que sólo va a

Foto: El actor Gérard Depardieu, en una imagen de archivo (I.C.)
El actor Gérard Depardieu, en una imagen de archivo (I.C.)

El actor Gérard Depardieu, que volvió este domingo al teatro en París después de diez años sin subirse a un escenario, aseguró que sólo va a hacer representaciones siete días porque es un trabajo que le aburre y que lo que le gusta es conocer gente y paisajes desconocidos. "Ahora estoy en la contemplación, la literatura, el descubrimiento, el descubrimiento de la cultura de todos los países por los que paso y que me permiten participar en su cine, como un ciudadano del mundo", explicó Depardieu en una entrevista publicada por Le Journal du Dimanche.

Tras haber estrenado el sábado en el Teatro Antoine de la capital francesa junto a la actriz Anouk Aimée la obra Love Letters, del estadounidense Albert Ramsdell Gurney, el actor dijo que cuando era joven adoraba ese trabajo que le permitió entender que "no hay que imitar, sino más bien buscar la musicalidad y la inteligencia de la lengua".

"Pero ahora eso me aburre. Por eso sólo represento Love Letters siete días. Ser actor ya no es lo mío", resumió antes de añadir que como es "un privilegiado" y su trabajo en el pasado le evita tener que ganarse la vida puede hacer "lo que quiero, donde quiero y cuando quiero".

Depardieu fue el protagonista hace un año de una polémica político-diplomática cuando decidió trasladar su domicilio fuera de Francia porque consideraba que pagaba demasiados impuestos y tras instalarse provisionalmente en Bélgica recibió la nacionalidad rusa del presidente de ese país, Vladímir Putin.

Ahora afirma que no le parece haber roto nunca con el público francés, que la gentese muestra muy buena con él en la calle y que, en definitiva, "todos los espectadores del mundo se parecen. Lo que quieren es emoción. E incluso sin hablar su lengua, siempre consigo dársela".

Preguntado sobre a qué se dedica en la actualidad, responde que pasa la mayor parte de su tiempo en Azerbaiyán, en Ucrania, en Rusia y ahora también en Italia, "adonde me llevan mis negocios".

"Siempre he sido un vagabundo" y "ya no quiero estar atado a ninguna parte", agregó, antes de precisar que seguirá acudiendo a Francia "pero sólo como visitante", y que incluso tiene intención de vender los cuadros que tiene allí.

En cuanto a si no le choca la política autoritaria de Putin, el actor nacionalizado por el presidente ruso lo defiende: "Los periodistas cargan contra él, pero recuerdo que fue elegido. En Rusia hay oposición, por lo que podría haber verdaderas luchas. Y sin embargo eso no ocurre. Se ha dado un paso hacia la democracia con la ley de amnistía votada por la Duma para liberar a los condenados a menos de cinco años de prisión", argumenta. Además, concluye que en vísperas de los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi, Putin ha reforzado la frontera del Cáucaso y hace lo posible para evitar nuevos atentados terroristas.

El actor Gérard Depardieu, que volvió este domingo al teatro en París después de diez años sin subirse a un escenario, aseguró que sólo va a hacer representaciones siete días porque es un trabajo que le aburre y que lo que le gusta es conocer gente y paisajes desconocidos. "Ahora estoy en la contemplación, la literatura, el descubrimiento, el descubrimiento de la cultura de todos los países por los que paso y que me permiten participar en su cine, como un ciudadano del mundo", explicó Depardieu en una entrevista publicada por Le Journal du Dimanche.

Tras haber estrenado el sábado en el Teatro Antoine de la capital francesa junto a la actriz Anouk Aimée la obra Love Letters, del estadounidense Albert Ramsdell Gurney, el actor dijo que cuando era joven adoraba ese trabajo que le permitió entender que "no hay que imitar, sino más bien buscar la musicalidad y la inteligencia de la lengua".

"Pero ahora eso me aburre. Por eso sólo represento Love Letters siete días. Ser actor ya no es lo mío", resumió antes de añadir que como es "un privilegiado" y su trabajo en el pasado le evita tener que ganarse la vida puede hacer "lo que quiero, donde quiero y cuando quiero".

Depardieu fue el protagonista hace un año de una polémica político-diplomática cuando decidió trasladar su domicilio fuera de Francia porque consideraba que pagaba demasiados impuestos y tras instalarse provisionalmente en Bélgica recibió la nacionalidad rusa del presidente de ese país, Vladímir Putin.

Ahora afirma que no le parece haber roto nunca con el público francés, que la gentese muestra muy buena con él en la calle y que, en definitiva, "todos los espectadores del mundo se parecen. Lo que quieren es emoción. E incluso sin hablar su lengua, siempre consigo dársela".

Preguntado sobre a qué se dedica en la actualidad, responde que pasa la mayor parte de su tiempo en Azerbaiyán, en Ucrania, en Rusia y ahora también en Italia, "adonde me llevan mis negocios".

"Siempre he sido un vagabundo" y "ya no quiero estar atado a ninguna parte", agregó, antes de precisar que seguirá acudiendo a Francia "pero sólo como visitante", y que incluso tiene intención de vender los cuadros que tiene allí.

En cuanto a si no le choca la política autoritaria de Putin, el actor nacionalizado por el presidente ruso lo defiende: "Los periodistas cargan contra él, pero recuerdo que fue elegido. En Rusia hay oposición, por lo que podría haber verdaderas luchas. Y sin embargo eso no ocurre. Se ha dado un paso hacia la democracia con la ley de amnistía votada por la Duma para liberar a los condenados a menos de cinco años de prisión", argumenta. Además, concluye que en vísperas de los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi, Putin ha reforzado la frontera del Cáucaso y hace lo posible para evitar nuevos atentados terroristas.

París