José Luis Moreno lobotomías S. A.

Domingo sucio, semana puerca. La culpa de todo la tiene José Luis Moreno, que estrenaba otra serie en el prime time dominical. Qué le habremos hecho nosotros a este buen hombre… José Luis Moreno, ya saben, ese tipo excepcional, magnánimo, espléndido, ilustre, prestigioso, insigne, distendido, linajudo, celebérrimo y conspicuo que presentaba con miles de adjetivos a sus invitados y al que cuando habla le sale espumillón por la boca. Le recordarán por hitos televisivos del ‘indie’ como Noche de fiesta; un espacio de culto, con sus folclóricas, sus desfiles en braguitas, sus fornidos hombres del Este… en fin, todo lo que suele haber en una buena fiesta.

Luego vinieron Las Matrimoniadas, su mayor contribución hasta el momento a la cultura bufa y un ejercicio de antropología como no se había visto otro desde la génesis de Gran Hermano. Confieso que cuando vi esta serie por primera vez supuse que el fin del mundo estaba realmente cerca. Tuve también la tentación de agredir a su hacedor, pero no lo hice porque siempre he rechazado la violencia. Luego me enteré de que un hombre del Este había entrado en su casa con intención de robarle y le había golpeado. Supuse entonces que habría sido alguno de esos a los que 'obligó' a desnudarse en Noche de fiesta. No me alegré de lo sucedido, claro; pero recé con todas mis fuerzas para que aquel malnacido del Este le hubiera mangado al Moreno, junto a las joyas del XIX y los relojes suizos, los guiones de sus próximos proyectos. 

Mi gozo en un pozo. El domingo, estreno en Telecinco de la nueva ficción de la productora del susodicho. ¡A ver si llego! es la reflexión que hace de la crisis un hombre que vive en un chalé de 7.000 hectáreas. Me pregunto si hasta allí le habrán llegado los ecos.

¡A ver si llego! no es más que una prolongación de Escenas de matrimonio rodada en un decorado que deja notar aún más su naturaleza cartón-piedra. Lobotomía catódica. Colitis dialéctica de humor rancio. Vi la serie durante diez minutos y todavía hoy huele en mi casa a naftalina. Protagoniza la cosa una tal Miriam Díaz Aroca, que tiene de intérprete lo mismo que de académica de la lengua. Está también Neus Asensi, que es ese tipo de actriz que cuando se desnuda por primera vez pierde toda la gracia. Y así hasta un equipo completo de Segunda B con el que los ‘ahijados’ de Moreno juegan a ser Ozu.

He de decir, eso sí, que siempre he preferido la comedia al drama y los ‘jetas’ a los depredadores. A la misma hora que Telecinco estrenaba la ficción de José Luis Moreno, Antena 3 programó Días sin luz, una película que recreaba de manera enfermiza y escatológica el archiconocido ‘caso Mari Luz’. Si es sorprendente la facilidad que tienen algunos para sacarse unas perrillas aprovechándose del desconcertante nivel cultural de nuestro pueblo, lo es mucho más que otros estén dispuestos a enriquecerse con el drama de una niña de cinco años.