Telecinco resucita a Fernando Alonso (para volver a matarlo)

Un servidor, que les informó en su día de la muerte prematura, tremenda pérdida, de Fernando Alonso (Leer: Pero... ¿quién mató a Fernando Alonso?), se ve en la obligación de notificarles ahora la resurrección del deportista.

Retitulemos este artículo con objeto de inmortalizarlo: El Evangelio alonsino según Nacho Gay.

Pues eso, que tras asesinar telegénicamente a Fernando, Telecinco ha decidido vivificarlo un poco. Yo se lo digo para que no se asusten si el lunes que viene ven fantasmas en los informativos de Piqueras. Todo dependerá de lo bien que le vaya al asturiano en Mónaco. Mejor dicho, de lo mal que le vaya. A él y a laSexta.

Me envía un lector (muchas gracias, simpático) un vídeo de hace unos días, en el que Telecinco le mete un viaje a la cadena de Roures a cuenta de los datos de audiencia que viene cosechando la cosa desde que se mudó de dial. Al loro: “La Fórmula 1 se la ha pegado nada más llegar a Europa (…). Si en el 2008 hubo récord de espectadores en el circuito de Cataluña con 132.000, este año sólo acudieron 92.000. Aunque la gran diferencia se ha notado frente al televisor. (…) No sólo los espectadores, la emoción también se ha esfumado de la Fórmula 1”.

 

Vamos, que desde que Telecinco no emite las carreras, el otrora ‘deporte príncipe’ se ha reconvertido en plebeyo. La Fórmula 1 es ahora un deporte de minorías. ¿Ve usted las carreras de Alonso? Pues sepa que es una especie en extinción. “El tirón de los deportistas en España es muy grande. Fenómenos como Miguel Indurain, Rafael Nadal o Fernando Alonso han hecho que sus deportes adquirieran un estatus de primera línea, sólo comparable con el fútbol, durante sus épocas bonanza. Cuando llegan las vacas flacas en forma de resultados mediocres, la gente abandona a sus ídolos. Eso le ocurre ahora mismo a Fernando Alonso y a las retransmisiones del campeonato mundial de Fórmula 1 por parte de La Sexta”, sentencia la web de la cadena en uno de sus artículos.

Vaya, parece que Alonso ha resucitado en Telecinco, pero con ganas de irse muriendo poco a poco. A latigazos. Esta gente no se ha leído la Biblia: Pasión, Muerte y Resurrección, por este orden.

Aunque hay un libro que les vendría bastante mejor que las Santas Escrituras: Los celos. Conocerlos, comprenderlos, asumirlos (Peter Van Sommers, Paidós).