Demasiado follonero hay ya en laSexta

¿Un nuevo ‘CQC’? ¿Una continuación 'hipertrófica' del Salvados de ‘El Follonero’? Más bien ambas cosas. Malas compañías, el nuevo programa que Manel Fuentes presenta en laSexta es una mezcla insulsa de todos los espacios de humor casposo que ha emitido laSexta a lo largo de su refulgente (y cómica) historia. Demasiado vocero hay ya en laSexta. Demasiado 'follonero' de treinta y tantos. Demasiado gamberrismo esnob o que pretende serlo.

En Malas compañías ciertas bromas tienen gracia, pero el conjunto resulta algo impostado, debido sobre todo a un guión francamente malo, que Fuentes y sus colaboradores, entre ellos Estíbaliz Gabilondo (la sobriníííííííísima), recitan con poca soltura.

El nuevo espacio retuvo en la noche del domingo al público de ‘El Follonero’ (Salvados) y marcó un 5.3%, un resultado algo bajo si tenemos en cuenta que había cierta expectación, después de que varios sketchs del programa se hubieran publicitado con fuerza durante estas últimas semanas. De hecho, las parodias, burlas, guasas, chacotas o zumbas que se habían destripado ya, como el musical para Esperanza Aguirre, era de lo mejorcito que guardaban las Malas compañías en la despensa. Las ocurrencias del equipo fuera del estudio tienen cierta gracia. No todas. Sin embargo, la parte del plató se antoja zurda, inane, sobrante. La tabla de salvación de este espacio pasa por convertirlo en un programa de vídeos, sin presentador, que dure media horita y gracias.

Desde luego, Fuentes y Cía. no ofrecen nada que impida seguir viendo los nuevos capítulos de Aída. A uno le puede gustar menos o más el humor chocarrero que se gasta esta gente, pero lo que es indudable es que en esta ficción hay talento. Lo hay en los guiones, pero sobre todo lo hay en un manojo de intérpretes que podrían salvar el libreto más lamentable del mundo. Mención especial merece aquí la señorita Miren Ibarguren, sobre quién recae la difícil ‘papeleta’ de sustituir a Carmen Machi. Empezó dubitativa la doña, pero con el tiempo se acabará comiendo al resto de sus compañeros.

Quién iba a decir que aquella chica insulta de Escenas de Matrimonio se acabaría convirtiendo en una ejemplar 'pija de barrio', contradicción in terminis que ella resuelve con mucha soltura. Si es usted actor, piénseselo dos veces antes de trabajar con José Luis Moreno.