Es noticia
Take the money (del erario público) y corre, Rockefeller
  1. Televisión
  2. Carta de Ajuste
Nacho Gay

Carta de Ajuste

Por

Take the money (del erario público) y corre, Rockefeller

Leo (¡con lo bien que se vive sin leer!) que vuelve a la televisión pública José Luis Moreno. Pues eso, folclóricas 'lésbicopresuntas', desfiles en tanga, escenas de maridaje y, claro, fornidos hombres del este de Europa. Trata de checos. Uh, uh, uh...

Foto: Ilustración de Paco Sordo para 'Vanitatis'
Ilustración de Paco Sordo para 'Vanitatis'

Es jueves, festivo en Madrid y estoy trabajando. Antes de amanecer ya estaba convencido de que la vida era una mierda, pero está claro que todo puede siempre ir a peor…

Leo en la sección Alma, Corazón y Vida de El Confidencial, sección que ha destruido en tan solo unos años de vida todos los apotegmas en los que creía como ser humano, que la mayor parte de los genios de la historia comparten, científicamente,el mismo ADN psiquiátrico: “desórdenes bipolares, depresión, ansiedad, pánico y alcoholismo”. Durante unos segundos pienso, aferrado a una cerveza y a una leve esperanza de certeza, que existe la posibilidad, nunca valorada por mi parte, de que todos mis males converjan en uno solo: sin saberlo, soy un genio. Y pienso: hoy voy a escribir (por fin) algo bueno.

Me pongo a ello, pero me quedo en blanco. Siempre me pasa cuando estoy a punto de escribir algo bueno. Busco entonces la inspiración. A la derecha, La Razón. A la izquierda, la revista Lecturas. ¿Garrote vil o inyección letal?

Cojo Lecturas y leo: “Olvido Hormigos nos enseña su casa”. Prometedor. Cosas que hacer antes de morir… Sin duda, ver la casa de esta señora. Así que mojo el dedito en saliva, paso página y observo aquello sin dar demasiado crédito. Olvido tiene una casa como la de Isabel Preysler. Pienso que quizá sea normal, pues ambas se dedican un poco a lo mismo. La reina del baldosín es más discreta, pero la de Los Yébenes ha trabajado ya todas las vertientes conocidas del porno: primero fue concejala en su pueblo, después masturbadora viral, más tarde hacedora de portadas falsas del cuore de baja ralea, el de los lunes, y, en última instancia, concursante de GH VIP. Cosas que van siempre de la mano: un gran currículum, una gran chaise longue en el comedor.

En estas, se aproxima el director de El Confidencial. Coge la revista, la ojea y sentencia: “Tú nunca vas a tener esta casa”. Me río falsamente, pero sé que lleva razón. Bebo otro trago de cerveza. Lloro. El tiempo, mamá, te ha terminado dando como siempre la razón. Jean-Luc Godard, Fritz Lang, Woody Allen y otros trasnochados del estilo no eran buenas compañías para mí. De hecho, me han acabado amargando la vida.

Duermo.

Un momento. Puede que usted esté pensando que este va a ser el típico artículo del típico crítico que no ve la tele y que habla de un programa antes incluso de su estreno. Y sí, es cierto. Peroqué se puede esperar de un espacio de varietés que se llama Alfombra Roja Palace… ¿Acaso hace falta verlo?

Pues eso, folclóricas lésbicopresuntas, desfiles en tanga, escenas de cama y, claro, fornidos hombres del este de Europa. Trata de checos. Uh, uh, uh, uh, uh…En fin, todo lo que suele haber en una buena Noche de fiesta, en un Sábado sensacional. La caspa de siempre con distinto collar.

Son solo las diez de la mañana de este aciago viernes y ya estoy hundido para el resto del fin de semana. En mi estado de depresión filosófica permanente, ahora agudizado tras este chute de Palace, me surge una duda aritmética: ¿cuántos amigos harán falta en el PP para que el erario público te pague los anabolizantes de todo tu ejército de checoslovacos?

placeholder Woody Allen en la película 'Toma el dinero y corre'

Bebo otro trago de cerveza. Vuelvo a llorar. Intento suicidarme con una grapadora. Le pido a Dios que pase una paloma, me cague en los ojos y me deje ciego para no ver nunca Alfombra Roja Palace. Casi siempre me pasan estas cosas cuando veo la televisión o simplemente cuando la intuyo. Un momento, la tele me provoca “desórdenes bipolares, depresión, ansiedad, pánico y alcoholismo”. ¡Coño, el ADN de los genios! Cómo suponer que la caja tonta me acercaba tanto a ellos.

Además, literalmente, porque quiénes son los genios de nuestro tiempo sino Olvido, Moreno & Rockefeller...

Es jueves, festivo en Madrid y estoy trabajando. Antes de amanecer ya estaba convencido de que la vida era una mierda, pero está claro que todo puede siempre ir a peor…

José Luis Moreno Isabel Preysler