En el 'Supervivientes' de los ciegos, la bizca es la reina

Un servidor debe de ser muy idiota, sinceramente. No se puede ser otra cosa si Telecinco, más de un cuarto de siglo después, veinticinco años como veinticinco soles de insidia 'fordista', te sigue dejando sin palabras. La capacidad lobotomizadora de esta cadena es realmente acojonante. Se sienta Punset delante del televisor a las 22 horas, después de haberse leído un volumen en japonés sobre las medidas entrópicas generalizadas de correlaciones cuánticas, y al filo de la madrugada se levanta del sofá la prima morfinómana de Encarnita Polo cantando un remix reguetonero del 'Paco, Paco, Paco'.

Es normal que un programa presentado por Jorge Javier Vázquez te empuje irremediablemente al sexo. En eso seguro que estamos todos de acuerdo. ¿Han visto su reciente desnudo en Nueva York? Pues yo tampoco querría haberlo visto

Este jueves, sin ir más lejos, yo me senté en mi sofá junto a Ruca a contemplar el esperado estreno de 'Supervivientes' y, quince minutos después, éramos el Dúo Dinámico. A los treinta, el Dúo Sacapuntas. Y a la hora, gracias a Dios, éramos un trío, al que nos vimos abocados por un aburrimiento que cabalgó a destiempo entre lo supino y lo barroco, dependiendo del disfraz de turno.

Es normal, de todos modos, que un programa presentado por Jorge Javier Vázquez te empuje irremediablemente al sexo. En eso seguro que estamos todos de acuerdo. ¿Han visto su reciente desnudo en Nueva York? Pues yo tampoco querría haberlo visto. Me lo encontré como de sopetón, a traición, como te pasan siempre este tipo de cosas. ¿Le ha pillado a usted alguna vez un autobús? Pues sí, esa sensación. Él escribió: “Una habitación con vistas. ¡Buenos días América!”. Y entonces toda América se volvió a meter en la cama.

Vasile, que de tele sabe mucho, el tío, le obligó a vestirse para presentar la gala. Mal, como de costumbre, pero al menos iba vestido. Si hubiera ocurrido lo contrario, Ruca y yo hubiésemos 'digievolucionado' hasta convertirnos directamente en Metalgarurumon y Seraphimon. La providencia no lo quiso.

Quiso, sin embargo, porque la providencia es así, caprichosa, que saltara del helicóptero gente como Leticia Sabater, Bigote Arrocet o la ya 'drama-queen' oficial de España, la muy introspectiva (ejem, ejem) Alba Carrillo. Ella lleva preguntándose en voz alta, y casi un año después, cómo Feliciano pudo divorciarse, mientras nosotros llevamos exactamente el mismo tiempo preguntándonos por qué leches se casó. Ya ven, una especie de partido de tenis semántico.

Bueno, pues eso, voy resumiendo que tengo otro trío en media hora. Es hablar y/o escribir de Jorge Javier y me pasan estas cosas... De lo que se trata en esta edición no es de sobrevivir al hambre, a la desidia, al hastío hondureño, sino de soportar una convivencia con la tal Alba Carrillo. Quien no se suicide antes de julio, gana una silla en el 'Debate' del año que viene. En el caso de que sea Leticia Sabater, y dado que la pobrecita mía ha ido derivando con el tiempo en una especie de descarte picassiano, la empresa se compromete además a arreglar el desastre facial porque, como todo el mundo sabe, Telecinco y y el arte nunca se han llevado del todo bien.

Como el humor reina en Telecinco, Sabater dijo en un momento dado de este jueves negro que ella partía con ventaja frente al resto de sus compañeros porque tiene “visión panorámica”. En efecto, ya es la favorita en todas las casas de apuestas, porque en el 'Supervivientes' de los ciegos, la bizca tiene necesariamente que ser la reina.

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