Es noticia
Ana y Alberto, una de las más grandes historias de amor jamás contada
  1. Televisión
  2. El taller de Velvet
Raúl de la Riva

El taller de Velvet

Por

Ana y Alberto, una de las más grandes historias de amor jamás contada

El diseñador de 'Velvet' se adentra esta semana en la historia de amor protagonizada por Ana y Alberto, personajes interpretados por Paula Echevarría y Miguel Ángel Silvestre

Foto: Alberto (Miguel Ángel Silvestre) junto a Ana (Paula Echevarría) en 'Velvet' (Atresmedia)
Alberto (Miguel Ángel Silvestre) junto a Ana (Paula Echevarría) en 'Velvet' (Atresmedia)

Acabo de volver a ver 'Casablanca'. Me emociona este cine. Me emocionan las historias de amor que pudieron ser y nunca fueron; las que arrancan lágrimas, las de pasionales besos sellados con un adiós quién sabe si irreversible.

Y pienso en Ana. En Ana (Paula Echevarría) y Alberto (Miguel Ángel Silvestre). Y siento un poco de pesadumbre por ella… Por los dos, en realidad. Creo que la de Ana y Alberto es una de esas grandes historias de amor con las que la literatura y el celuloide nos han entretenido. Siento que he vivido junto a ellos un 'Romeo y Julieta' o un 'Casablanca', pero de verdad.

Echo la memoria atrás y recuerdo a esos dos adolescentes que tonteaban entre los recovecos de estas galerías, que se ponían ojitos mirándose a distancia y que se lanzaban esos aviones de papel cargados de amor. ¿Alguien me puede dar una muestra más romántica de amor que esos avioncitos de papel? Lloro emocionado solo con hacer esta pregunta.

Los dos, y desde bien jóvenes, ya intuían que su amor iba a ser tan complicado como el de las grandes historias que habían visto en el cine. La distancia -en espacio y social- que los separaba pendía de su relación como esa gran espada de Damocles, amenazando continuamente la supervivencia de un amor puro.

Y Alberto se marchó a Londres -lo enviaron, mejor dicho- y Ana creció entre telas y patrones en los talleres de las galerías. Él se hizo un hombre -¡qué hombre!, por cierto- y ella mujer.

En una gran historia de amor como ha sido esta, en su reencuentro, no pudo menos que aflorar todo cuanto sentían el uno por el otro. Pero, de nuevo, las vicisitudes y las actitudes estúpidas de algunos -entre los que yo me cuento- separaron los caminos de Ana y Alberto. Y ellos, quién sabe ya si cansados de quererse y no tenerse, también acumularon errores que hirieron al otro.

Y viendo 'Casablanca' he llorado. He llorado por Alberto y Ana. Porque ahora que veo a Albertito, fruto del amor de los dos; ahora que veo el éxito de Ana y que vivo con ella la realización de un sueño… no puedo dejar de pensar en lo injusta que ha sido la realidad con esta pareja en 'Velvet'.

Escribo estas líneas entre la emoción y la rabia, preguntándome si todavía un milagro inesperado aguarda a Ana en el incierto futuro. Como un niño que se sienta feliz a ver 'Casablanca' por primera vez, espero ingenuo que la historia de Ana y Alberto tenga un final feliz en el que se puedan besar hasta la eternidad. Soy tan ingenuo como soñador…, pero no me cabe duda de que la suya es una de las más grandes historias de amor jamás contada.

¿Tienes un dispositivo móviliOSoAndroid?Descarga laAPPdeVanitatisen tu teléfono otablety no tepierdasla actualidad de nuestros famosos. ParaiOS,pincha aquí,y paraAndroid,aquí.

Acabo de volver a ver 'Casablanca'. Me emociona este cine. Me emocionan las historias de amor que pudieron ser y nunca fueron; las que arrancan lágrimas, las de pasionales besos sellados con un adiós quién sabe si irreversible.

El redactor recomienda