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¿Hay miedo en la nueva TVE a hablar de 'la Dictadura'?
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Juan M. Fdez

Malditos Spoilers

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Juan M. Fdez

¿Hay miedo en la nueva TVE a hablar de 'la Dictadura'?

Después de meses de incertidumbre, de haber jugado con el trabajo de cientos y cientos de profesionales de la industria audivisual, de guionistas, realizadores, cámaras, ayudantes

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¿Hay miedo en la nueva TVE a hablar de 'la Dictadura'?

Después de meses de incertidumbre, de haber jugado con el trabajo de cientos y cientos de profesionales de la industria audivisual, de guionistas, realizadores, cámaras, ayudantes de cámaras, maquilladoras, productores, actores o señoras de la limpieza, por poner algún ejemplo; por fin esta semana la dirección de TVE ha tenido la decencia de aclarar si va a renovar sus series estrella. 

Series que por cierto se encuentran dentro de las más vistas de nuestra televisión. No lo olvidemos. Series que pertenecen a ese sector, el cultural, el cual aporta al PIB español lo mismo que el energético, la nada despreciable cantidad del 3,6%. Un sector en el que el empleo ascendió a 452.700 personas en el segundo trimestre de 2012. ¡Qué cosas!

Esas series son Águila Roja, Isabel y Gran Reserva. Todas ellas y Cuéntame han conseguido el perdón del PP, aunque lógicamente no podrán seguir costando lo que hasta ahora estaban costando. Ya saben lo que opina el señor ministro de Hacienda y Administradines Públicas, Cristobal Montoro. "No dejan de ser series de ocio para pasar un buen rato. No se pueden pagar esos precios".

No se pueden pagar esos precios, dice el don. ¡Qué tipo más gracioso! Que lo contrate José Luis Moreno para sus galas de navidad, por favor. ¡Cuánto cinismo! No se tiene dinero para ficciones, pero sí para fichar al objetivísimo profesional de esa vergonzosa cadena llamada Telemadrid, Álvaro Fernández, como redactor jefe de continuidad de los Servicios Informativos de TVE, o al periodista de COPE, Ignacio García Mostazo, como director adjunto de Los Desayunos de TVE.

¡Uy! Parece que cada vez le van quitando más poder de decisión a la señorita María Casado, ese busto parlante que decía que era básico que le dejaran ser editora para presentar el otrora mediático espacio y que pedía a la prensa que si tenían alguna queja sobre su manera de llevar el programa le escribieran un correo electrónico. Otra graciosa. Una cosa es decirlo y otra bien distinta es que la doña o sus jefes se molesten en contestarlo.

Pero no nos desviemos. Entre las series que no se han librado de la guillotina se encuentra 14 de abril. La República. ¡Vaya! ¡Qué sorpresa! ¿Quién lo iba a decir? ¿Tendrán miedo en la nueva directiva a dar luz verde a la continuación de esta exitosa serie cuya continuación podría llamarse algo así como 1 de abril. La Dictadura? ¿Tan difícil les resultaría contar esa época con objetividad? Tranquilos, ya nos han demostrado lo objetivos que pueden ser cortando la ronda de preguntas de los periodistas a la que se enfrentaba Ana Botella tras lo ocurrido en el Madrid Arena.

 

Después de meses de incertidumbre, de haber jugado con el trabajo de cientos y cientos de profesionales de la industria audivisual, de guionistas, realizadores, cámaras, ayudantes de cámaras, maquilladoras, productores, actores o señoras de la limpieza, por poner algún ejemplo; por fin esta semana la dirección de TVE ha tenido la decencia de aclarar si va a renovar sus series estrella.