¿Y si Pocoyó se presentase a las elecciones?

El genio de las series británicas, Charlie Brooker, siempre ha confesado que las historias que suceden en Black Mirror, su última joya, estaban ambientadas en un futuro no muy lejano. Algunas de ellas, como el magistral primer episodio de la primera temporada titulado El himno nacional, podían suceder en esta época, pero otras historias parecían más lejanas.

Una de éstas es Waldo, el tercer episodio de la segunda temporada y que este lunes emite el canal TNT a partir de las 22:30 horas. En él, Brooker cuenta la historia de Jamie Slater, un cómico fracasado que se convierte en la voz de Waldo, un anárquico personaje animado de un late night de humor que, gracias a su fama, se convierte en un firme candidato en unas elecciones.

¿No les suena esta historia? ¿No les parece haberla leído en la prensa últimamente?¿Les dice algo el nombre de Beppo Grillo, el cómico que sorprendió en las últimas elecciones italianas convirtiéndose en la tercera fuerza política del país, lo que ha golpeado aún más a la ya de por sí históricamente ingobernable Italia?

La realidad siempre supera a la ficción, cierto. Pero en Waldo, Brooker aprovecha un medio tan cercano como la televisión, tan creíble para cierto tipo de público para retratar con maestría el actual periodo de crisis de los partidos tradicionales y la poca confianza que generan en la población. Una bofetada de realidad y un serio aviso de los posibles peligros que corre nuestra sociedad una vez que se le pierde el respeto a la política.

¿Hasta qué punto están hartos los españoles de Rajoy, Rubalcaba y compañía?¿Se cumplirían ahora los pronósticos de aquella encuesta en la que se afirmaba que un hipotético partido de Belén Esteban podría convertirse en la tercera fuerza política dada la desconfianza del pueblo español en sus políticos?

¿Cuánto poder tiene una televisión? ¿En qué medida Berlusconi ha conseguido resucitar gracias a su emporio audiovisual? ¿La desconfianza en la política es la mayor impulsora del fascismo? No dejen de ver este final de temporada de Black Mirror. Pocas veces encontrarán productos televisivos de tal calidad.