Hugo de día, Mario de noche

O viceversa. Según sople el aire.

Son, indudablemente, los dos actores más deseados del panorama cinematográfico nacional. Y ahora, además, vuelven a compartir protagonismo en la gran pantalla. Dos guapos de manual, de nuevo en el mismo fotograma. Los fans no podían pedir más. Esta semana, Hugo Silva y Mario Casas acudieron al estreno en San Sebastián de Las brujas de Zugarramurdi, la nueva película de Álex de la Iglesia que une a los dos actores que ya coincidieron en la serie Los hombres de Paco.

Gritos, peticiones de autógrafos e incluso algún que otro desmayo en una alfombra roja llena de ansiosas carpeteras. Como era de esperar, la llegada al certamen de esta pareja de bellos no pasó desapercibida. Pero ambos estuvieron a la altura de las circunstancias.

Fieles a sus personales estilos (Hugo más desarrapado y Mario últimamente más pendiente de las últimas tendencias), arrasaron tanto de día como de noche. Los actores llegaron a San Sebastián con un look de calle: vaqueros, zapatillas y chaqueta militar en el caso de Silva, y lo mismo pero con zapatos y chaqueta de lana fue la opción de Casas. Muy guapos ambos y muy metidos en su rol de ídolos adolescentes, que hay que reconocerlo aunque una ya no tenga edad para forrar carpetas.

En la alfombra roja, riguroso protocolo. Traje y chaqueta. Pero aquí el premio del jurado es para Mario Casas, que aún demasiado peripuesto, dejó claro que tiene más estilo (o mejor asesoramiento) que su amigo madrileño. Con una camisa blanca sin corbata y un conjunto azul marino dos tallas más grande de lo debido, Hugo Silva a su lado parecía el tío despistado de un niño bien a punto de hacer la Comunión. Al menos esta vez decidió acertó dejando en casa la gomina.