El nuevo enfado de Isabel Pantoja con su hija

Isabel Pantoja ha convertido Cantora en su torre de marfil y no ha salido de su encierro desde que regresó de su gira por Latinoamérica. Allí es donde recibe las noticias relacionadas con sus hijos. Casi nunca buenas, ya que los dos hermanos no se caracterizan precisamente por dar alegrías laborales y académicas a su madre, salvo las afectivas, que se producen cuando llevan a sus hijos a ver a la abuela. En el caso de Kiko, continúan sus problemas con Hacienda. La disparidad de opiniones con el ministerio de Montoro se encuentra en vías de solución, pero aún hay flecos pendientes. Irene Rosales, su mujer, ha puesto cierta mesura en su vida y por ahora las cuestiones legales se mantienen y no aumentan, lo cual ya es un logro. Cynthia Ruiz, abogada de la familia, tiene controlado en este aspecto a Kiko Rivera. Gracias a ella, las demandas se van solventando para alegría y tranquilidad de Pantoja.

Otra cosa es la hoja de ruta de Chabelita, que no concuerda en nada con la de su madre. Entre otras cosas, porque la tonadillera considera que su hija debería estar más pendiente de su hijo y salir menos. En este sentido, y aunque las relaciones con Dulce son inexistentes, la presencia de la niñera, que derivó en segunda madre de Chabelita, le da estabilidad. No así las penúltimas 'movidas' de la joven, que ha vuelto con su novio, Alejandro Albalá, cuando por medio hay entre ambos un proceso de divorcio contencioso. Pantoja quiso solucionar lo antes posible ese matrimonio celebrado en México el verano pasado y encargó a la abogada Cynthia Ruiz los trámites legales para que la "niñería" terminara lo antes posible y con el menor ruido.

No pudo ser porque Albalá desapareció del mapa cuando se planteó la separación amistosa. Según confirman a Vanitatis, la cantante le dijo a su hija que ya estaba bien de formar tantos líos porque después era ella la que tenía que apagar los fuegos. Chabelita se comprometió a liquidar su matrimonio y aseguró que nunca más volvería con el exnovio y actual marido. Como en otras ocasiones, Pantoja dudó de la veracidad de la promesa de su hija, pero le dio otra oportunidad que por supuesto no ha cumplido. Ha vuelto con el marido seguramente para un posible reportaje pagado.

Y es cuando Isabel Pantoja ha dicho ya está bien de tonterías. "Divórciate y después haz lo que quieras", dicen que le comunicó a su hija. Chabelita necesita hacer caja cada cierto tiempo. Salvo las exclusivas, no tiene medio de vida. El alquiler de su casa de La Moraleja ronda los dos mil euros. Una cantidad a la que hay que sumar el mantenimiento de la economía diaria que incluye a Dulce, las salidas diarias, los viajes con sus amigos respectivos y otras actividades. De ahí que haya puesto su cabeza a funcionar y el reencuentro con Albalá sea solo una manera de aumentar la economía mensual aunque por medio esté su madre, cansada de tantas movidas filiales.

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