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Stella del Carmen Banderas: del hospital público a la exclusiva abadía de su boda
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Paloma Barrientos

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Stella del Carmen Banderas: del hospital público a la exclusiva abadía de su boda

La hija de Antonio Banderas y su pareja celebran su boda este fin de semana en Valladolid. Ella nació en Marbella y mantiene un estrecho vínculo con Málaga, donde vive y colabora en el Teatro Soho

Foto: Stella Banderas, en un desfile. (Getty)
Stella Banderas, en un desfile. (Getty)

Contra todo pronóstico, Stella del Carmen nació en el Hospital Comarcal de la Costa del Sol. Vino al mundo el 24 de septiembre de 1996, y su padre lo tenía muy claro desde el momento en que las fechas del parto coincidían con el final del verano: nada de centros privados, como barajó la prensa en aquellos meses. Si el nacimiento hubiera sido en invierno, el lugar habría sido Estados Unidos, por una cuestión logística.

La joven Stella (con s líquida) tiene doble nacionalidad, pero el destino hizo malabares para que naciera en España. Y no solo eso, sino en la misma comunidad donde su padre abrió los ojos a un mundo con un futuro que nunca imaginó. Él nació en el hospital La Caleta de Málaga —hoy convertido en un hotel de cinco estrellas—, y la bebé Stella en Marbella.

Con los años, Banderas regresó a sus orígenes. Cuando no tiene rodajes fuera de España, vive feliz en su ático de Málaga y ha convertido el Teatro Soho en un referente de arte y cultura. Los veranos transcurrían para Stella y su familia en La Gaviota, hasta que el actor decidió echar abajo el chalet. Ese era el nombre con el que Encarna Sánchez bautizó el que fue su cuartel general hasta su muerte. Antonio lo compró y legalizó lo que no estaba en regla por la Ley de Costas y otras anomalías.

placeholder Stella y su padre, Antonio Banderas, en Málaga. (Gtres)
Stella y su padre, Antonio Banderas, en Málaga. (Gtres)

Como no quería visitas “alternativas” de otra dimensión —como sucedió en la casa de La Moraleja de Encarna—, hizo borrón y cuenta nueva. Y esto último no es leyenda. En su día hubo testigos de cómo se encendían las luces a medianoche en uno de los cuartos que había sido el despacho de la locutora. Esas personas, con nombre y apellidos, acreditaban que en el chalet de la urbanización de Alcobendas pasaban cosas raras. Esa fue una de las versiones que circularon para justificar la demolición de La Gaviota. La realidad era mucho más prosaica: Antonio quería una construcción más moderna. El año pasado fue el momento de pasar página y, si no hay retrasos, el próximo verano estará lista para que Stella y Alex Gruszynski pasen allí sus primeras vacaciones como matrimonio.

Este sábado se casan en la Abadía Retuerta, en Valladolid. Antiguamente fue un monasterio cisterciense fundado a finales del siglo XII y, hace un tiempo, fue reconvertido en hotel de lujo y destino de ecoturismo. La elección de este lugar tiene que ver con la privacidad que los novios quieren mantener. Por ahora, se desconoce si finalmente compartirán alguna imagen de la ceremonia.

placeholder Melanie Griffith, Antonio, Stella y parte de la familia dando un paseo por Marbella cuando era niña. (Gtres)
Melanie Griffith, Antonio, Stella y parte de la familia dando un paseo por Marbella cuando era niña. (Gtres)

Teniendo en cuenta la manera de actuar de Antonio Banderas —que siempre ha facilitado el trabajo a la prensa—, es muy posible que, más allá de la exclusiva, pueda haber alguna fotografía de Melanie y Antonio con los recién casados. Nada que criticar a la opción de la exclusiva.

Stella del Carmen pasó sus primeros meses en La Gaviota con el apoyo logístico de los padres de Antonio, Ana y Pepe, especialmente de la abuela, que, aunque no se entendía con Melanie por el idioma, siempre fue una pieza fundamental en la vida de su nieta. Hace años, la propia Ana Bandera me contaba que sus vecinas y amigas nunca llamaron a la niña por su nombre con s líquida: para ellas era “Estrella”, así, a secas, aunque la felicitaban el día del Carmen.

Algo que siempre extrañó a Melanie, y que nunca llegó a entender del todo, eran los gestos de cariño hacia los niños por parte de personas que no eran de la familia. Lo contaba sorprendida cuando se le preguntaba si la educación española era muy diferente de la estadounidense:

— Aquí se toca mucho la cabeza a los niños. Es raro como gesto de cariño.

Y Antonio se reía con esos comentarios y nos decía a los periodistas:

— Ellos son más siesos, pero a Melanie le encanta lo español, y sobre todo la comida.

placeholder Stella Banderas, de la mano de su abuela Ana, la madre de Antonio. (Gtres)
Stella Banderas, de la mano de su abuela Ana, la madre de Antonio. (Gtres)

En realidad, Antonio tomó el apellido de su madre como nombre artístico, añadiendo la s. Y su hija es Domínguez Bandera Prieto Gallego, una identidad totalmente española, aunque cuando comenzó la universidad la consideraban latina. Su historia vital es la de una joven que vivió entre dos mundos, pero en ambos fue feliz y tuvo la suerte de disfrutar de sus dos abuelas: la española, que le hacía rosquillas y fritura malagueña, y la anglosajona, con las vivencias de Tippi Hedren, a quien también está muy unida.

La afición por el cine le llegó por ambas vertientes. Con el tiempo, se instaló en Málaga para participar directamente en las producciones que su padre ha impulsado en el Teatro Soho. Nunca ejerció de “hija de”, y como me contaban en uno de los proyectos en los que participó: "Llega la primera y se marcha la última. Es una chica muy trabajadora y preparada. Tenemos muy en cuenta sus aportaciones".

Stella del Carmen pasó de niña a mujer —como en la canción de Julio Iglesias— sin querer llamar la atención y ajena a la fama de sus padres. En este nuevo capítulo de su vida, papá Antonio y mamá Melanie estarán siempre como puerto seguro si llegan las tormentas. Nada más y nada menos.

Contra todo pronóstico, Stella del Carmen nació en el Hospital Comarcal de la Costa del Sol. Vino al mundo el 24 de septiembre de 1996, y su padre lo tenía muy claro desde el momento en que las fechas del parto coincidían con el final del verano: nada de centros privados, como barajó la prensa en aquellos meses. Si el nacimiento hubiera sido en invierno, el lugar habría sido Estados Unidos, por una cuestión logística.

Antonio Banderas