Para la reina Sofía, estas últimas semanas han sido una de las más importantes en su agenda institucional. El 21 de noviembre recibía de mano de su hijo el Toisón de Oro y, al día siguiente, se reunían los titulares de la corona y el resto de la familia en el Palacio del Pardo. Un almuerzo que sirvió como homenaje privado a la reina emérita, que sigue siendo uno de los miembros más queridos por los españoles.
A pesar de la situación complicada que ha originado don Juan Carlos con las memorias dictadas a la amanuense Laurence Debray, doña Sofía mantiene la unidad de los Borbón. Ese día estaba feliz y no hubo desencuentros ni momentos tensos. Toda la reunión transcurrió con normalidad, dentro de lo que supone la buena educación con tanto dispar y agravios literarios en 'Reconciliación'.
La reina Sofía con el alcalde de Santo Domingo de Silos. (Vanitatis)
Esta introducción sirve para explicar el buen momento emocional que vive doña Sofía. Días después lo pudieron constatar las personas que estuvieron en la entrega de los Premios Evolución y del Premio Emiliano Aguirre, organizado en Burgos por la Fundación Atapuerca. Entre los invitados se encontraban el abad del monasterio de Silos, Lorenzo Maté, y el alcalde de Santo Domingo de Silos, Emeterio Martín Brogueras. Ambos acudieron a la recepción y al almuerzo que se sirvió a continuación en el Hotel Landa.
El presidente de la empresa Promecal y de la Fundación Silos, Antonio Miguel Méndez Pozo, fue quien presentó al sacerdote y al alcalde a la Reina. Antes de que finalizara el almuerzo, en el que se sirvió un menú compuesto por ensalada de bogavante, lubina y pastel de chocolate, doña Sofía se acercó donde se encontraban para despedirse de los invitados.
Doña Sofía recibiendo el pin. (Vanitatis)
Fue entonces cuando don Lorenzo Maté, responsable del monasterio, se dirigió a la madre de Felipe VI para invitarla a visitar Silos. La respuesta fue muy positiva y la reina se comprometió, asegurando ese compromiso con las siguientes palabras: “Ya estuve con el rey en 1995 y quiero volver”. En ese momento, el alcalde Emeterio Martín hizo la propuesta extensiva para que visitara también la localidad donde se encuentra el monasterio, en la comunidad de Castilla y León.
“Encontré a doña Sofía muy atenta con todos, sonriente, feliz a pesar de los vaivenes de la vida y con un aspecto estupendo. Se la veía que estaba a gusto. Y estoy convencido de que la veremos por Santo Domingo de Silos. Sería una fiesta para nosotros”. Martín le entregó a doña Sofía un pin de su ciudad que llevaba puesto, y la emérita no dudó en colocárselo en la chaqueta que lucía, aunque le pidió ayuda al alcalde al ver que no podía ella misma.
Feijóo en el Hotel Tres Coronas. (Vanitatis)
Días antes, el presidente del Partido Popular, Feijóo, estuvo en visita privada por la zona y quiso acercarse a Santo Domingo de Silos, donde comió a mediodía en el Hotel Tres Coronas, que se encuentra en la plaza del pueblo y a pocos metros del monasterio benedictino, cuyo origen data del siglo XII. Es uno de los monumentos más importantes del románico, único en Europa por la relevancia de sus capiteles. Es también el único monasterio de España en el que los monjes hacen sus rezos y oficios en gregoriano.
Para la reina Sofía, estas últimas semanas han sido una de las más importantes en su agenda institucional. El 21 de noviembre recibía de mano de su hijo el Toisón de Oro y, al día siguiente, se reunían los titulares de la corona y el resto de la familia en el Palacio del Pardo. Un almuerzo que sirvió como homenaje privado a la reina emérita, que sigue siendo uno de los miembros más queridos por los españoles.