El bolso del novio

Casarse “en la más estricta intimidad” es un tópico hecho realidad con la boda de ‘Telva’ Ortiz y Jaime Arturo del Burgo Azpíroz (JADBA). Hay quien se casa en Las Vegas delante de Elvis y con la mujer del dueño de la ‘wedding chapel’ de testigo. Y hay quien se casa en el monasterio de Leyre casi con el mismo número de personas, según el reportaje de la revista ‘¡Hola!’.

 

La de Telva y JADBA ha sido una boda curiosa, casi de agentes secretos o de superhéroes. Entra la novia vestida de marrón y se cambia allí mismo, como Supermán. Como ya no hay cabinas, en la sacristía. Una fantasea acerca de esa llegada al altar con muletas. Ay, como la emotiva escena final de una película sobre Lourdes o Fátima. Aunque hay que reconocer que el primer puesto de los reportajes raros lo sigue teniendo Elsa Pataky también en ‘¡Hola!’. Recordemos que solo salía Elsita vestida de novia. Del novio, ni rastro. 

 

Volviendo a Telva. Si el accesorio de ella más significativo eran las muletas sobaqueras, el accesorio del novio se ve menos. Pero se intuye un bolso. Aunque luego de sport se le supone cargando el bolso de la novia, cuando va vestido de novio también lleva algo más pequeño colgando. Quizá sea de ella, porque un tomavistas no va a ser. Me reconcome la duda. ¿De quién es? Si es de él, mal. Si es de ella, minipunto para él. François Morency es un humorista canadiense que dice que hay tres palabras capaces de humillar a cualquier hombre: “Sujétame el bolso”.

 

A JADBA no le humilla eso. Con un hombre tan seguro de sí mismo, y con el amor y todo eso, no me extrañaría que ella hubiera dicho: “Es todo tan hermoso, aunque esté tan vacío”.