Letizia, el glamour y el futuro de la corona española según la prensa belga

“Peleó para conseguir su sueño: convertirse en periodista. Desde siempre, Letizia Ortiz Rocasolano solo soñaba con reportajes, entrevistas de prensa escrita, radio, televisión... Estaba decidida a dedicar su vida a su carrera. Pero no contó con Cupido, ni tampoco con la fuerza del destino”. 

Gran admiradora de la corona española, la prensa belga no ha dudado en dedicarle este mes una retrospectiva a doña Letizia, una mujer que renunció a su carrera para ocupar un día junto al príncipe Felipe “uno de los tronos más fascinantes del Gotha europeo”.

Con un flash back en el que repasan su infancia, juventud y edad adulta, todo ello ilustrado con imágenes suyas, la revista Royals recuerda la trayectoria profesional de doña Letizia, una de las princesas más seguidas del Viejo Continente. 

“Pelo perfecto, traje a la última, comentarios justos, voz despegada, dicción impecable. Letizia impone su estilo. Su única droga es el trabajo. Come alimentos sin grasas, esencialmente frutas, legumbres y queso blanco y hace deporte en un club privado después del telediario”.

Los belgas admiran a esta mujer que, viniendo de una familia de “clase media”, consiguió con su esfuerzo convertirse en uno de los rostros más importantes de la televisión española. Vivió momentos alegres, pero también situaciones delicadas que reforzaron su seguridad y prestigio. 

“El 11 de septiembre de 2001 es enviada a Nueva York para comentar los atentados, en directo. Su madre, abuela y hermanas, tiemblan de miedo. No Letizia. Su trabajo es su vida. Unos meses más tarde, la enviarían a Irak”.

Además de repasar su trayectoria profesional, resulta curioso ver cómo Royals aprovecha para comentar uno de los aspectos olvidados de la princesa: su divorcio de Alonso Guerrero, llegando incluso a especular sobre los verdaderos motivos de esta ruptura. 

“De vuelta de México, termina por casarse con Alonso. ¡Pero solo de forma civil "Porque nunca me casaré por la iglesia", comentó a un compañero de periodismo en una ocasión. Alonso pasa mucho tiempo escribiendo, mucho tiempo, sin duda. Letizia está en la redacción, deja CVs  y cartas de motivación. Va de entrevista en entrevista, multiplica las colaboraciones. La pareja se ve cada vez menos. Alonso se cansa de Letizia, y en 1999 se produce la ruptura. Muy rápido, Alonso y Letizia se divorcian por motivos de "incompatibilidad de empleo del tiempo. Está sola, pero ya se siente mejor”. 

Quizás el hecho de ser un país fuertemente católico ha influido en la narración de este capítulo de la vida de la princesa. Aún así, los belgas no esconden su admiración por una mujer que está a la altura de la situación en la que se encuentra.