Un cielo de mujer

Lo ha escrito David Summers en su Twitter: “Ya sabéis que no soy muy fan de políticos, reyes o curas, pero ayer conocí a la princesa Letizia y he de decir que es un cielo de mujer…”. Y es que mientras la Reina se presentaba en el último de los tres conciertos ofrecidos en el Teatro Real por la Filarmónica de Berlín, los Príncipes de Asturias iban a la Ciudad de la Raqueta a ver a ¡Hombres G! Y sin obligación alguna. Porque el concierto múltiple de Las Ventas, al que luego se fue el Príncipe solo, al menos tenía como excusa el apoyo a la candidatura olímpica de Madrid 2020. Es verdad que cualquiera de los dos parecen un tostonazo. Pero el segundo, más. Aunque fuera porque había más artistas a los que no ir a ver. Y, además, presentaban Fernando Romay y Desirée Ndjambo (en uno de esos actos que, según la teoría de Leopoldo González-Echenique, consolidan y dan prestigio a TVE como cadena nacional).

La noche del Príncipe parecía una noche de sacrificio por España. Primero, acompañando a las chicas a ver a Hombres G y luego pasándose a fichar por la plaza de toros de Las Ventas. Sí, en una salida privada, pero para que se le viera bien entre la multitud. Dice Javier de Montini en La nueva España sobre doña Letizia: “…Mañana, Reina consorte de España. ¡Se necesita el valor del Rey Pelayo para aceptar un reto así!”. Más valor tiene el Príncipe yendo a ver a Melendi.

Y sigue Montini: “Como a mi compañero y, sin embargo, amigo Jaime Peñafiel le viene siendo muy rentable encontrar defectos en Letizia, yo me limitaría a sugerir a la Princesa menos perfeccionismo y más ¡paraíso natural! ¡Vamos, más Sofía!”. ¿Paraíso natural? ¿Partimos de la base de que no se ha hecho nada? En todo caso, “más Sofía” sí podría haber sido ir a la Novena de Beethoven dirigida por Simon Rattle en lugar de a ‘Sufre mamón’. Pero, eso sí, Simon Rattle no ha dicho de la Reina que sea un cielo de mujer.